¿En realidad, qué es lo que extraño de ella?
Reflexiones Tras una Ruptura: Preguntas Esenciales para el Crecimiento Personal y Nuevas Relaciones.
Las rupturas amorosas son experiencias profundamente personales que nos invitan a la reflexión y al crecimiento. Después de terminar una relación de un año, me encuentro en un momento de esperanza y autodescubrimiento, dispuesto a aprender de esta experiencia y mirar hacia el futuro con optimismo.
En momentos así, es crucial hacerse preguntas que no solo nos ayuden a entender el pasado, sino que también nos preparen para futuras relaciones más saludables y satisfactorias. Aunque el dolor de una ruptura puede ser intenso, también nos brinda la oportunidad de examinar nuestras propias necesidades, deseos y límites.
El objetivo de este artículo es compartir algunas preguntas que considero esenciales para cualquier persona que, como yo, esté atravesando una ruptura y quiera asegurarse de estar listo antes de embarcarse en una nueva relación. Estas preguntas no solo nos ayudan a sanar y crecer, sino que también nos permiten construir una base sólida de amor propio y autoestima.
Reflexionar sobre estas cuestiones nos puede llevar a un mejor entendimiento de nosotros mismos y a estar más preparados para futuras relaciones. A continuación, exploraré las preguntas clave y compartiré las respuestas personales que me hicieron tomar la decisión de mi ruptura, esto para poder ejemplificar cómo es que me ha ayudado bastante a mí a mantenerme firme en el famoso ‘contacto cero’, y no desde la abstinencia, la fuerza de voluntad o esfuerzo, sino desde la convicción.
Recalco que es una persona a la cuál le agradezco inmensamente, y déjenme lo pongo en mayúsculas, porque en verdad le agradezco INMENSAMENTE. Ha sido una persona que me ha dejado mucho, que me ha querido tanto, y me ha acompañado en los momentos más oscuros, como los más brillantes. El tema central de la ruptura: ‘No era ahí’, y ‘No busco a alguien mejor que ella, sino a alguien mejor para mí.’, desde el agradecimiento pero a la vez entendimiento, de que la calidad de nuestras preguntas guían nuestra vida, y por ello considero que estas preguntas claves, de las tantas que me hice, me han dejado poder sanar en paz.
A la par, compartiré las preguntas que sé me tendré que plantear al momento de querer salir con otra persona. Desde la madurez, la verdadera sanación personal y emocional, y desde quitar ataduras del pasado para no llegar con expectativas irreales, egoístas, o no sanadas de la relación pasada. Debemos considerar al decidir si es el momento adecuado para salir con alguien nuevo o si es mejor enfocarnos primero en nuestro propio bienestar y desarrollo personal, o si en verdad estamos listos.
Comencemos:
PREGUNTAS QUE RESPONDER PARA UNA RUPTURA
1.- Si alguien te dijera que te pareces mucho a tu pareja, ¿sería esto un cumplido para ti?
Mi ex pareja es una amalgama de adjetivos positivos, de cosas que admiro profundamente, una chica de convicciones inquebrantables, y a que siempre fue un cumplido que nos dijeran que nos parecíamos… pero, dentro de este mundo que muchos en su mayoría quieren pintar de rosa pastel, al final, esto no terminó de agradarme del todo.
Uno de los pilares que más me hacía quedarme en la relación era el que me amaba y me aceptaba al 100%, pero a la par, este fue uno de los motivos principales por los cuales partir, ¿irónico? No, me explico. La versión que era en la relación en los últimos meses no me gustaba en lo absoluto, y sentía que habíamos planteado dinámicas en donde nos complementábamos para mal.
Quería una pareja que me impulsara a más. Ella me dijo al final (parafraseando, claro): “No soy tu entrenadora ni tu niñera que te va a levantar para que vayas al gimnasio.” Y claro que está en toda la razón. Pero quería una pareja en donde pudiera apoyarme y ser un complemento que me gustara la dirección en la que íbamos. Mi ex pareja tiene mil y un cualidades positivas, y siempre será grandioso que me comparen con una mujer tan capaz, pero no sentía que íbamos al mismo lado, y si bien teníamos metas semejantes y destinos a los que queríamos llegar, al final sentí que no había compatibilidad. A nuestra relación siempre le salvó el que dijéramos ‘es que hay mucha conexión’; sí, pero faltaba lo más importante: La compatibilidad.
2.- ¿Estás realmente satisfecho o solo menos solo?
En la recta final me dio pesar sentir que se vino a abajo el concepto que tenía de ella conmigo dentro de la relación. Unos tantos meses atrás la relacionaba a ella con el emoji de la batería verde, ella me cargaba, me daba energía, pero me di cuenta que era una cuestión circunstancial. En realidad me sentía ya desgastando, cansado, drenado conforme pasaban las semanas. Las personas cercanas a mí me decían que tenía ojeras, que estaba subiendo de peso, y que se notaba mi desgaste, inclusive comencé a perder pelo mostrando vestigios de alopecia por el estrés y ansiedad.
Al inicio y mediados de la relación me sentía bastante satisfecho con la relación, pero pasaron la semana y sabía que más bien comenzaba a sentirme menos solo en algunos aspectos. Volví ir al cine solo por dinámicas, porque ella me manifestó que no deseaba ver una película por una cuestión de mi pasado con una nacionalidad. Comencé ir a comer solo, a mentir de mis tiempos para llegar a tener un respiro a la casa. Compartíamos lo bueno, sí, pero lo malo, cada uno comenzábamos a guardárnoslo.
Me sentía bien cuando tenía mi espacio, iba a hacer compras solo, o buscaba simplemente ir por una nieve sin la presión de que no fuera esto en su compañía. Ella me lo manifestaba de una manera sana y clara, pero ya las soluciones no se adecuaban a nuestra dinámica de pareja. Simplemente comencé a sentirme en soledad estando acompañado, y preferí buscar cuidarme en lugar de desgastarme.
3.- ¿Eres capaz de ser tú mismo sin disculpas, o sientes la necesidad de comportarte de manera diferente para complacer a tu pareja?
Siempre pude ser yo mismo con ella, y eso me encantó. La situación fue cuando sentía que cosas muy personales rozaban lo estúpido. Me hizo dos regalos padres, y que ella ansiaba de darme, pero percibí una punzada en el corazón al notar que sentí que no me conocía después de un año. De que una fecha importante para mí, que ahora tengo tatuada en el brazo izquierdo, ella me lo regaló en una esclava de plata para mi mano derecho. Por ideologías y gustos personales de mí pasión por la escritura, no me gusta usar nada en la mano derecho, y no he usado algo en ella. En ocasiones me colocaba una pulsera de mi abuelo o una negra de piel, pero eran unos ocho días de los 365 del año.
Sé que la intención fue buena, pero sentí que de los múltiples regalos que había externado ganas de recibir, se hizo caso omiso. Y que al igual que una cadena de plata para el cuello, también me incomodaba, no es algo que use, y cuando ella me vio un accesorio semejante, fue por una cuestión ideológica de un gusto mío. Me sentí como si hubiera realizado berrinche, o me había puesto caprichoso, que puede que sí haya actuado o dado esa percepción, pero era desde la raíz de sentir la nula escucha de mi pareja o sentir que era una extraña para mí.
Sentía que no podía hablar con ella de mis gustos, del cine, de la escritura, que no podía compartirle mis intereses. Cuando veíamos películas que me encantaban juntos, creo que utilizaba adjetivos tan ambivalentes como descalificativos, y la verdad dejé de buscar verlas con ella, y mejor reservarme un espacio para verlas solo. Sentía que ya tenía que usar un filtro para poder convivir con ella. Ya no sentía que pudiera hablar de lo que me apasiona al no sentir escucha, interés, admiración o mucho menos curiosidad de su parte.
4.- ¿Estás enamorado de quien es tu pareja en este momento en su totalidad, o solo estás enamorado de su lado bueno, su potencial o la idea que tienes de ella?
Yo siempre le pedí a mi ex pareja que no me idealizara, que podía equivocarme tan banalmente como quizá en ideología promovía que para nada sería en ciertos rubros. Y creo que no escuché del todo mi propio consejo. De cierta manera la idealicé… ¡Y bastante! Desde que la conocí me dijo que es una mujer que no se encuentra en cualquier lado, que ella tenía las siguientes cualidades: Independiente, Trabajadora, Con Trabajo Personal Realizado, Con Sentido de Sacrificio y Esfuerzo, Con Inteligencia. Y claro tenía todas y cada una de ellas. Es una mujer que llegará lejísimos en su carrera profesional, de eso estoy seguro.
El tema es que yo la veía objetivamente como la mejor opción para quedarme con ella por el resto de mis días, por lo que proyectaba, por el potencial que mostraba no solo en lo profesional, sino en lo personal. Pero conforme pasaba el tiempo, me di cuenta que eran condicionantes, y que más adelante en mis procesos psicológicos post-ruptura, me di cuenta que ella utilizaba bastante. Era prometer a futuro lo que la relación carecía en el presente. Pero era una zanahoria a la cuál no llegábamos. Sentía que eran recompensas a futuro con tal de sobrellevar un presente vacuo.
Sentía que lo que ella me decía que valía, y que de sí misma destacaba, y que la haría como la mejor opción para que ella fuera la mujer con la cual decidiera casarme, no lo era en el presente. Me sentía algo descuidado y se lo decía continuamente y desde el mes uno. Le decía que buscaba más reciprocidad, que no buscaba un 50/50, pero sí que pudiera tener gestos y detalles conmigo. No solo económicos, sino, y sobretodo, emocionales.
Yo cuando carecía de un presupuesto amplio le dedicaba poemas, le mandaba canciones que me recordaban a ella, le elaboraba historias de apreciación en Instagram, le daba un masaje en los píes, cocinaba y lavaba para que ella descansara, e inclusive buscaba chiquearla desde lo más mínimo. No sentía paridad. No escuchaba mis cápsulas en el radio, no me leía, no me escuchaba hablar de los proyectos que estaba preparando a futuro, pero me hablaba de lo padre que sería estar juntos en una alfombra roja, eso siendo un condicionante de ese instante grandioso, pero sin el apoyo que se involucra en el presente. Por lo cuál, creo que sí, la idealicé y pensé que la quería a ella como esa mujer, pero me di cuenta que en la última instancia, estaba esperando y amando más la proyección que ella me mostraba, a lo que éramos en tiempo presente.
5.- ¿Te gustaría que tu futuro o imaginado hijo salga con alguien como tu pareja?
Claro que quisiera que un futuro hijo tuviera los valores que ella. Pero dentro de todo esta ruptura, el 70% de mi decisión fue tomada de un solo rubro, y que hasta la fecha tengo que seguir eliminando las secuelas que siento se quedaron en mi cabeza tras el desgaste, obsesión y cotidianeidad de ciertos pensamientos intrusivos. Era algo que no quería yo aceptar, y sabía que al ya tener la información, implícitamente, día a día loe estaba haciendo. Me di cuenta dentro de esa relación que para mí, aquello era un tremendo ‘No negociable’.
Y no por cuestión de género, sino que lo descarto ampliamente con hombres y mujeres. Pero que ese 70% no lo podía ver en alguno de mis futuros hijos, por lo cuál opté por decir ‘adiós’ a ese atributo que ella les podría brindar. Claro que eso no representa nada de ella, pero para mí significaba cómo funciona su ‘sistema de recompensas’, y los criterios al tomar decisiones. Entonces al estar tocando esto en las 10 sesiones de terapia que tenía programadas para este tema en específico, conscientemente dije que no, no quisiera que mis futuros hijos, imaginarios o reales, tuvieran aquello de mi ex pareja.
Y qué preguntas hacerse antes de iniciar otra relación.
Preguntas que responderse al decidir una ruptura amorosa, y qué preguntas hacerse antes de iniciar otra relación.
Hazte estas 4 preguntas para averiguar si es momento de empezar a salir con alguien o de descubrirte a ti mismo primero:
1.- ¿He desarrollado un fuerte sentido de autoestima y amor propio independiente de una relación? ¿Me siento cómodo con quien soy y seguro de quién quiero ser?
2.- ¿Tengo el tiempo y la energía para invertir en construir y mantener una relación? ¿Podré priorizar los deseos/necesidades emocionales de alguien más junto con los míos?
3.- ¿He considerado cómo mis experiencias pasadas con el amor y las relaciones pueden influir en mis actitudes y comportamientos actuales?
4.- ¿Tengo una visión clara del tipo de pareja que quiero ser y estoy dispuesto a trabajar en mí mismo para convertirme en esa persona?
Claro, he estado respondiendo estas preguntas. Claro que todavía no todas están a favor de que inicie una nueva relación, pero sé el destino, y por ende desde el mismo proceso trabajo arduamente en mí mismo para contestar de la mejor manera cada una de esas preguntas. De momento, me reservaré esas respuestas aunque estén parcialmente contestadas para un próximo artículo.
Y el título, aunque parezca que es disonante con el contenido, para mí no lo es, porque al igual de tener mi documento de ‘¿Por qué me fui?’ para cuando mi cabeza, ante las demandas y múltiples solicitudes de mi corazón de desearle ver nuevamente, pudiera aterrizarme de manera sana y objetiva. En realidad, ¿qué es lo que extraño de ella? De manera sintetizada y que la respuesta ustedes mismos la pueden contestar con lo que ustedes contesten a nivel personal, es que yendo de la pregunta 1 a la 5, te das cuenta de una lista puntual de qué es lo que extraño.
Porque no extraño las veces que me sentí invisible cuando hablaba o buscaba hablar de mis proyectos literarios, cinematográficos o televisivos. No extraño las veces que no me invitó al cine, o me invitó a cenar unos tacos de menos de $100. No extraño las cosas en las cuáles no me gustaba que nos pareciéramos, ni haber vuelto a la sensación de la ‘soledad acompañada’, menos de sentir que no podía ser yo mismo, de estar enamorado de una ilusión o condicionante, ni de atributos que no quisiera que tuvieran mis futuros hijos.
En realidad, ¿qué extraño? Los momentos felices a su lado, siendo sincero, pero sabiendo que no eran sostenibles en una dinámica en donde el párrafo anterior comenzó a tomar protagonismo.
Y sin más, espero, para no extenderme en este artículo, que lo hayan disfrutado, y que estas preguntas sean de ayuda, como una brújula que da soporte a tomar decisiones objetivas y con consciencia.
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