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LA DEBACLE DE FRANCIS FORD COPPOLA. PARTE I

Foto del escritor: Mariano ZepedaMariano Zepeda

Actualizado: 13 ago 2023


“¿Ha pensado alguna vez en auténticas libertades?, ¿Ser libre de la opinión de otros? Incluso de la opinión propia.”


-Francis Ford Coppola en Apocalypse Now.

Co-escrita con John Milius.


Siempre que hablamos de Francis Ford Coppola es inevitable alabarle de cierta manera, destacarle por sus trabajos más antológicos, sus premios, su estilo, su coraje, su visión y una gran historia en cuanto a su filmografía… pero a la vez, como caso de estudio, se tiene que destacar una cualidad que lo ha distinguido durante toda su carrera cinematográfica: sus altibajos.


Estamos hablando de un genio que ocupó roles tales como escritor, director y productor dentro de sus proyectos. Uno de sus proyectos que terminó por tallar su gran figura, fue de una de sus obras más complejas, y que si bien, en gustos y en estadísticas, muchos cinéfilos pueden adjudicarle al Padrino I & II como sus mejores obras (las cuales lo son, inclusive peleando los primeros lugares en la historia del cine), fue su proyecto magno que requirió de un rodaje épico de meses en Vietnam, y que fue el parteaguas de su vida personal, profesional y económica: Apocalypse Now. Además, esta película del 79’ terminó por convertirlo, aun en una edad temprana para cualquier director, en una figura dentro de la industria, marcando su nombre en los libros de historia. Pero es cierto que de sus contrapesos no se habla, y esto hace alusión a mi parecer, a dos cosas que podrían intervenir: Primera. Que su maestría excepcional como cineasta opaca y quita valor a estas obras menores, para así no desgastarnos y quitar el foco de sus trabajos que en verdad importan. O, Segunda. Porque simplemente son realmente malos esos largometrajes para siquiera creer que dicho genio pudo haberlos concebido, o que debamos de malgastar nuestro tiempo en hablar sobre ellos.




Iniciando con una breve recapitulación de quién es Francis Ford Coppola, para entender su filmografía y estilo, para así comprender la importancia de los altibajos que se explicarán y desarrollarán con datos durante este caso de estudio. Los inicios biográficos de Coppola podrían perfectamente encajar con la visión cinematográfica de los años venideros. Descendiente de una generación Italiana que inmigró de los Estados Unidos, con un padre músico y un hermano siempre advocado a las artes, además de tener una hermana que terminó convirtiéndose en actriz. Francis contrajo Polio cuando era niño, estando sentado sin mucho movimiento por prolongadas horas.


Fue aquí en dónde comenzó a despertar sus pasiones artísticas, tras leer la obra que posteriormente se adaptaría para que la interpretara el mismísimo Marlon Brandon, A Streecar Named Desire, en el formato original para teatro. Jugó con marionetas, y creó efectos especiales, se interesó demasiado por el cine y la tecnología. Comenzó a crear películas en 8 milímetros durante su juventud tras haber encontrado aquello en lo que era bueno, además le encantaba hacer.



Como gran parte porcentual de los grandes soñadores e innovadores, podríamos recalcar que no es raro mencionar que para nada era bueno en la escuela, sino que se podría inclusive catalogar su desempeño académico como mediocre. Siempre estuvo interesado en la tecnología e ingeniería, pero al parecer nunca en las otras materias.


Tras haber estudiado música, ingresó al Hofstra College en dónde estudiaría con una beca escritura teatral, aquí despertando su pasión para la dirección, en este caso, aplicada al teatro, y la escritura De esta época, destaco una frase que en lo personal me ha marcado bastante, tal y cómo fue cuando mencionó que a los dieciséis años caía en lágrimas frustrado ante no escribir como a él le gustaría; quien diría que a día de hoy es considerado uno de los mejores escritores en la historia de Hollywood.


Durante su tiempo como estudiante ya en un grado superior de estudios, fue electo presidente del grupo de drama, además de estar montando obras semanales y granarse tres premios D.H Lawrence por producción teatral, a la vez de recibir un premio Beckerman por sus sobresalientes aportaciones a la división de artes de la universidad. Años posteriores, ya en la década de los sesentas, conocería en la UCLA a Jim Morrison, con quien coincidiría ahí en el Campus. En la universidad se matricularía en el departamento de cine de la Universidad de California. Se podría decir que fue el primer egresado de la escuela de arte cuya tesis fue una película.



De aquí nacería su primera película, Tonight for Sure, tras una serie de eventos disparatados que en ese momento la pequeña compañía Premier Pictures Company le ofreció mezclar el cortometraje que él habría realizado, junto con la obra inédita que llevaba ya un año en los entrepaños de las oficinas de Jerry Shcafer titulada The Wide Open Spaces. En esta película hizo su debut como productor, escritor y director, narrando un encuentro entre un Dandy y un minero, cuyos caminos se cruzan de forma algo inesperada, sin ser tan ortodoxa, y con la intención de llevar caos, entrando a un club en el qué antes de que comience el espectáculo catalogado como bizarro o burlesco, tras hacer la conexión con una caja eléctrica, solamente esperando que estalle a medianoche, durante la espera, beben, se conocen y miran al escenario.


Una película interesante, y un buen comienzo para su carrera, pero claramente, lejos (muy lejos) de lo que nos ha ofrecido el director. El compositor para la música de la cinta, fue nada más y nada menos que su propio padre, Carmine Coppola. Y como dato curioso, esta sería la primera colaboración de muchas con su padre, quien además trabajó en películas tales como 27’ Napoleón. Pero con su hijo vendrían apenas sus mayores colaboraciones, y estas fueron con la trilogía de The Godfather, al igual que con Apocalypse Now, cuyos trabajos fueron reconocidos por los Premios de la Academia, y Globos de Oro dándole el premio a mejor soundtrack, a la par de nominaciones de mejor canción original y mejor música para película por parte de los Premios BAFTA y Grammy. Ese mismo año, solamente en la silla del director, Francis dirigiría The Bellboy and the Playgirls; al año siguiente Dementia 13, y en el 66’, You’re a Big Boy Now, escribió Is Paris Burning?, y The Property is Condemned. Y adentrándonos a las colaboraciones formadas por estos tiempos, mencionar que dirigió Finian’s Rainbow y The Rain People.


“El arte sin riesgo es como no hacer el amor e intentar tener hijos”


-Francis Ford Coppola.



Ford Coppola junto con Steven Spielberg, Brian de Palma, Terrence Malick, George Lucas, William Friedkin, Philip Kaufmann, Robert Altman, Woody Allen y Martin Scorsese, encabezaron la revolución generacional del “Nuevo Hollywood” en la década de los setentas que confrontaban la forma en la que se habían estado haciendo películas en los años más recientes. Por eso no ha de parecer raro cuando sus opiniones en contra de las películas de superhéroes se hacen notar, tal y cómo ha comentado Scorsese.




Para la producción de Rain People, realizaron la película a manera de un híbrido entre documental y ficción, en dónde graban todo conforme a su pasado en el recorrido que llevaban a cabo en un trailer, mientras que ahí mismo editaban lo filmaban. Ahí, Lucas y Coppola se dieron cuenta de qué no se requería necesariamente de los grandes estudios para poder plasmar sus ideas en la pantalla. Y así es como nación Zoetrope Studios.


Todo esto, encabezándolo junto con Lucas. Iban juntos a todos lados, tanto en lo personal como en lo profesional, y Francis en verdad creía en su amigo, apoyándolo como productor en sus películas que escribió y dirigió, tales como THX-1138 y el clásico Norteamericano y éxito en taquilla, American Graffiti. Por American Graffiti, Coppola recibió una nominación por ser productor de la película que optó por el premio estelar en los Oscares, como Mejor Película. Además, sin ser menos importantes, recaudó ante un presupuesto de 777,000 dólares, 140 millones. Fue una cifra apabullante en ese tiempo para una película de esas características.



Podemos destacar el espíritu aventurero y artístico de Coppola que le hacía explorar nuevas facetas de la emergente generación de cineastas que cambiarían las normas e impondrían sus visiones, destacando sobre todo a Scorsese, Lucas y Spielberg. Estos chicos que coincidieron en la escuela de cine, cambiarían para siempre aquellas normas del cine, pero haciéndolo justamente de forma simultánea en la década de los 70’s, en dónde no sería descabellado adjudicar a Coppola como su máximo exponente, y mayor representante por la cúspide profesional que tuvo tras haber realizado sus mejores trabajos. ¿Por qué descabellado? Porque simplemente en esa misma década sus tres amigos habrían estrenado películas de la talla de Star Wars, Mean Streets, Alice Doesn’t Live Here Anymore, Taxi Driver, Jans, y Close Encounters of the Third Kind. Pero nada se asemejaría al trabajo de Francis en estos años, en dónde dominó la taquilla y premiaciones.


“Un elemento esencial de cualquier arte es el riesgo. Si no te arriesgas, ¿Cómo vas a hacer algo realmente hermoso que no se haya visto antes?”


-Francis Ford Coppola.


Comenzando la época dorada de Francis Ford Coppola en el cine, se estrenó una gran pieza biográfica que se centra en una de las máximas figuras del nacionalismo estadounidenses, el General George S. Patton, estrenando Patton en el 70’.Es cierto que tuvo complicaciones con el guion que él inicialmente escribió, ya que fue desechado por el estudio, que si saberlo, más tarde, terminó por representar un gran éxito cinematográfico.

Fue George C. Scott quién aceptó trabajar el guion si es que se usaba la versión de Coppola, quien a mismas palabras de Francis, habría sido George quien habría resucitado a su versión del filme, respetando la visión que como escritor Coppola tenía. Y aquí es dónde el camino dorado (literalmente) del legendario Francis Ford Coppola se había pavimentado, permitiéndole realizar películas que marcarían una época.



La película ganaría en los premios de la Academia Mejor Película Mejor Director, Mejor Actor, Mejor Dirección de Arte, Mejor Edición, Mejor Sonido, y por supuesto, Mejor Guion Original, que recibieron Francis Ford Coppola y Edmund H. North, además de llevarse un premio de la Asociación Americana de Escritores. Basta con tan solo ver la primera escena para notar lo innovador dentro del discurso que Francis y Edmund habrían redactado a la perfección, además de la visión cinematográfica de tener en gran tamaño a la bandera de las barras y las estrellas.


Coppola de hecho en una entrevista confesó que fue una de las escenas que más duda le ha dado hacer en toda su filmografía debido a lo arriesgada que era; pero claramente, si me preguntan a mí, a día de hoy, es lo que más recuerdo del largometraje. Este significaría el primer Oscar y triunfo comercial para Francis en la rama de la escritura. Y he aquí una de las grandes antítesis de Coppola, que era el dilema que mostraba ante su posición tan ambigua entre realizar películas independientes o grandes producciones a cargo de los estudios omnipotentes de la industria que todo controlaban.



Se podría decir que el resto es historia de cualquier conocedor del cine. En 1972 tras insistencias del estudio, Coppola tomó el proyecto del Padrino para poder dedicarse más adelante a sus propias ideas. Lo veía a manera de fungir como mercenario, haciendo el trabajo, cobrando y posteriormente proceder a realizar lo que él quisiera. No se veía a sí mismo como un mercenario, de forma peyorativa, sino, simplemente como un profesional. Adaptaría la obra qué yo considero, habiendo leído el libro, como discreta, sino es que algo irrelevante en comparación de la película.


Recordemos que la versión literaria de Puzo cabe perfectamente en la definición de lo que se conoce en Estados Unidos como Pulp Fiction: Literatura - Ficción Barata. Bien recordarán de igual forma la definición que antecede al inicio de la película de Tarantino. Durante la mitad del siglo pasado, las novelas gráficas hard boiled y la literatura Pulp eran conocidas por su gran violencia y prosa dura, que se distinguió por el formato de encuadernación rústica y distribución accesible, con tramas sencillas y sin mucha gracia en la estilización de prosa para el consumo popular.



Era revistas de narración e historietas con argumentos simples. Siempre se dice que las películas no hacen honor a los libros cuando se habla de sus adaptaciones, pero en este caso creo que se da lo contrario, y que termina por recalcar el legado que Francis ha dejado en la historia del cine, ya que de la mano de Coppola, le hizo este un favor a Puzo al crear un gran material de sus novelas.


El rodaje fue exhaustivo, todos menospreciaban la película al momento de hacerlo, según se nos muestra en los reportajes que han salido a la luz. El estudio confrontó las decisiones de Coppola al haber costeado a un joven, y para ese momento desconocido Al Pacino (En retrospectiva, creo que la broma se cuenta en sí sola, y las dudas de los ejecutivos terminan por no envejecer de buena manera), además de darle un rol tan importante a Brando.

En todos los sitios en dónde he investigado, he podido encontrar la palabra: Pesadilla, entre todas las opiniones que residen en la producción del filme. Pero tras su estreno, fue rápidamente bien recibida por los espectadores y especialistas de la materia que ya la colocaban como una de las mejores películas jamás realizadas. El Instituto de Cine Americano no dudó en situarla en un tercer puesta, rankeada como la tercer mejor película de la historia, tan solo detrás de las maravillosas Citizen Kane y Casablanca. En 2007 ocupó el segundo lugar de dicha lista.



El legendario Stanley Kubrick recalcó que El Padrino podría ser posiblemente la mejor película jamás creada, además de sin duda contar con el mejor cast. La película no necesitó llenarse de premios para considerarse lo que hoy es. De las once nominaciones que tuvo, con una categoría llena como la de Mejor Actor de Reparto, con James Caan, Robert Duvall y Al Pacino luchando por la estatuilla, solamente ganó tres; Mejor Actor, por parte de Marlon Brandon (su segunda estatuilla de la Academia), quien no fue a recibirlo, y en cambio prefirió elaborar una confusa protesta para la defensa de los derechos de la población indígena estadounidense. También ganó Mejor Guion Adaptado, para Puzo y Coppola, y Mejor Película, recibiendo el premio Albert S. Ruddy como Productor. En los Globos de Oro la película ganó seis premios, dándole a Ford Coppola ese año el premio a Mejor Director y Mejor Guion.



La película terminó siendo una de las más taquilleras en toda la historia en aquél momento, además del enorme impacto cultural que causó. Inclusive ahora en la vida real, más que nunca la Mafia utiliza el término Padrino. Al final, todos los contras que el estudio veía en las futuras reseñas, sobre lo oscura que era le película, la decadencia de Brando, el mal casting para darle el rol protagónico a un desconocido Al Pacino, terminó por disolverse al momento de ver el largometraje completado, y la aceptación que este había tenido.

Hablando de escenas icónicas, como lo haré a continuación, podemos destacar la habilidad de Coppola para crear ambientes narrativos, cuando en una de las primeras escenas se acerca un hombre y le agradece a Vito Corleone por invitarlo a la fiesta de la boda de su hija. La historia real dice que al estar el actor presente ante una leyenda como Brando lo representaba, su mala actuación, y pésimo manejo de nervios fue real y terminó llegando al corte final.



También Coppola agregó la escena en dónde éste actor practica como es que hablara con el Don, cuando en realidad lo hacía sin actuar, ensayando para el momento en el que le tocaría coincidir con Brando. Uno de los mejores recuerdos que tengo con mi papá, es cuando nos sentamos a ver la película con tres horas de duración, y que yo esperaba ver con ansías por la escena de la cual tantas veces me había hablado, en dónde un productor de cine amanece con la cabeza de su caballo en la cama.


Leí el libro y al igual que Coppola, ya una vez analizándolo y releyendo fragmentos exclusivos, pude ver una buena historia plasmada por Puzo en el papel, pero que al final, teniendo a Francis al frente, calcó su nombre y apellidos en los libros de historia al hacer una adaptación magistral. Viviendo en México, cualquiera que viva aquí, en cualquier estado de la república, podrá conocer el temor ante la inseguridad que hay cuando sales a caminar por las calles, más cuando yo, he tenido la fortuna de estar viviendo en el extranjero, caminando por cuadras sintiéndome seguro.


Y al mencionar todo esto que pareciera no tener sentido, pero lo hago porque la magia y lo icónica que es la película que deja en nuestros subconscientes imágenes precisas plasmadas, a mí se me quedó una muy grabada. Una vez caminando por las calles apliqué una de las escenas de la película; específicamente hablando, la escena en la que Vito Corleone yace inválido en el hospital sin guardias, en dónde solo están el pastelero y Michael.




Y recuerdo tan nítidamente esta escena, qué cuando regresaba un día a mi casa después de haber ido a la escuela, imprudentemente, ante la aproximación de un joven que parecía drogado y con claras intenciones de robarme, llevándose la mano a su bolsillo trasero, identifiqué la situación. No era una pistola, por la forma en la que se llevó la mano y la empuñó, era para tomar algo de menor tamaño, sería una navaja en ese caso.


Habría solamente ingresado su mano en el bolsillo trasero, en la mera superficie. Si bien cabe decir, como en infomercial, que no se debería de intentar esto, improvisando, por reflejos, metí mi mano a la chamarra como si es que tuviera un arma y lo miré fijamente a los ojos. De inmediato se cambió de acera y se fue corriendo, claramente pude ver que estaba drogado, quizás por eso me animé a hacerlo, pero prometí no volverlo a hacer, que ya tenía con esta humorística escena de la vida real, y que no necesitaba otra que pudiera salir mal. Ya una vez se fue el joven, y asegurándome de ello volteando en repetidas ocasiones, suspiré ahogadamente por el susto. Pero eso sí, es una buena anécdota basada en una de mis películas favoritas.





Posteriormente Francis realizaría uno de sus mejores trabajos al momento de rodar lo que había escrito, y que de nuevo, a la par, producía y dirigía, The Conversation. La Conversación es uno de sus mejores trabajos, siendo un gran largometraje en dónde funciona perfectamente la edición, con la actuación magistral de Gene Hackman, además de todos los roles que Coppola cubrió. Es una película llena de intriga, bien manejada, de sutileza e ingenio, que tal vez muchas veces se olvida tras ser opacada por las dos película del Padrino, que la hicieron Sandwich en sus fechas de estreno, dejándola a la mitad.




Ganó la Palme d’Or en Cannes, un gran logro para cualquier cineasta, inclusive habiendo ganado el Oscar. La Asociación de Escritores de América, el Gremio de Directores, los Globos de Oro en las categorías de Mejor Director, Película y Guion, La Academia Británica de las Artes y Cinematografía, a lar par qué los Premios de la Academia reconocieron su gran labor como largometraje. Inclusive el Registro Nacional Cinematográfico de la Biblioteca del Congreso la ha seleccionado para su preservación por ser “Cultural, histórica y estéticamente significativa.”


“La misma razón por la que van a despedirte, es la razón por la que te darían un Premio de Mérito de toda una carrera treinta años después.”


-Francis Ford Coppola.




Pero ahora, así, teniendo que hablar del Padrino Parte Dos para poder ver la cumbre a la cual Francis llegó. En lo personal, es mi película favorita de Coppola, y una de mis predilectas en general. Inicialmente Francis se había acercado al proyecto del Padrino por dinero, y si bien luego terminó por enamorarse de la historia conforme releía el libro, quería concentrarse en otro proyectos.


El estudio le pidió que hiciera el borrador de un guion, cosa que hizo con maestría, pero que rechazó dirigirla, en cambio, propuso a otro genio, que más tarde haría otra de las mejores película del genero de gángsters, e igual con ascendencia italiana, Martin Scorsese. Pero el estudio lo negó, le decía a Coppola que él tenía la fórmula de la Coca-Cola, y que no veían porque no seguir haciendo más Coca-Cola, teniendo la formula. Ante la insistencia del estudio, por primera vez, como revela Francis en una entrevista del año 2020 con The Project, reveló que se animó a armar una negociación por el pago de un millón de dólares, que según como explica el mismo Francis, él nunca había visto un cheque a su nombre por más de diez mil.


También pidió libertad creativa como la segunda de sus condiciones. Y de igual manera, dentro de las negociaciones pidió que el nombre de la película fuera The Godfather II, algo inédito en Hollywood para ese momento. Este hecho inspiraría a títulos de películas como Rocky 2, Jurassic Park II, Misión imposible II, etc.



“En verdad tienes que ser osado en tus instintos e ideas. Sino, en cambio simplemente asentirás y las cambiarás. Así es como cosas que deberían de haber sido memorables, se habrán perdido.”


-Francis Ford Coppola.


La historia del impacto de la segunda entrega del Padrino es simplemente indescriptible. Coppola estuvo a la altura de crear una excelente secuela, reto el cual es complicado para cualquier director y guionista. Francis pudo estar a la altura y repetir la hazaña. Ese mismo año en los Oscares pareció no ser la edición número 47 de los premios, sino una competencia directa de Coppola v. Coppola. La Conversación y El Padrino estuvieron nominadas en casi todo. The Conversation habría venido de ganar el Grand Prix du Festival International du Film, en los Globos de Oro arrasaría con nominaciones, obteniendo cinco. Los BAFTA también la tuvieron presentes con cinco nominaciones, incluyendo Mejor Dirección, Actuación Protagónica para Gene Hackman, Mejor Guión, y habría ganado la estatuilla a Mejor Edición y Mejor Soundtrack. Para los Premios Oscar estaría nominada a tres premios, incluyendo Mejor Sonido, y para Coppola, Mejor Película y Mejor Guión Original.


Si bien merecía una nominación a Mejor Dirección por The Conversation, esta se omitió. Hubiera sido otro de los casos de tener dos nominaciones en la misma categoría. El ejemplo más reciente es el de Steven Soderbergh, quien habría sido nominado en la 73ra edición de los Premios de la Academia por las películas Traffic y Erin Brockovich, llevándose el Oscar por la primera. La prensa ante ver que lo mismo se había repetido, al igual que con el Premio de la Asociación Americana de Directores, la llamaron ese año como la competencia de “Soderbergh v. Soderbergh”. Pero si bien es similar el ejemplo, las dos películas de Coppola, habiendo hecho dos años anteriores la Primera del Padrino, podríamos estar viendo una edición en dónde seria asegurado perder tu dinero en caso de apostarle en contra a Francis.



El Padrino no tuvo un año fácil, si bien podríamos pensarlo así, es porque se nos ha ido el decir la gran película que se estrenó ese mismo año, que a día de hoy se considera como una de las mejores películas jamás creadas. En Los Globo de Oro perdería sus seis categorías, llevándose ningún premio. La Asociación Americana de Escritores les daría el premio a Mejor Guión Adaptado, al igual que la Asociación Americana de Directores que se lo otorgaría a Coppola. En Los BAFTA solamente estaría nominada la película a cuatro premios, de los cuáles era para estrella en ascenso, Robert De Niro, Mejor Música, Mejor Edición, y la estatuilla que ganaría sería para Mejor Actor, compartido el premio por la realización de Al Pacino de Dog Day Afternoon.


Pero reiterando, y sin haberla menciona por si es que no se acuerdan de que misma gran película se estrenó ese año, manteniendo el suspenso, deberíamos de decir que aun sigue en muchas listas como el mejor guión escrito, esa película fue de Roman Polanski, Chinatown, protagonizada por Jack Nicholson. Chinatown sería protagonista en los Globos de Oro, más sin embargo, no lo sería en los Premios de la Academia, ya que ante sus once nominaciones ganó solamente una, la de Mejor Guión Original, para el aclamado y siempre celebre Robert Towne. Si bien ganaría premios y una gran cantidad de nominaciones a través de los BAFTA y Golden Globes, Jack Nicholson arrasando, igual que Towne, también fue a ganar la categoría de Mejor Drama Escrito para la Pantalla de la Asociación Americana de Escritores, y por la Asociación Americana de Productores, con PGA Hall of Fame - Motion Pictures. Si bien este año los otros premios no serían tan condescendientes con el Padrino Parte II, no olvidemos que dos años atrás los Globos de Oro sí le habían dado a Coppola el galardón a Mejor Director.



Pero en los Oscares fue otra cosa ese año. Si bien los premios no definen la calidad de una película, si nos puede dar una idea de como es que la crítica, no el público, sino las personas que deciden los premios, habían recibido a la película. The Godfather Part II tendría once nominaciones, y ganaría seis premios, incluyendo Mejor Música Dramática, por parte de Nino Rota y el padre de Coppola, Carmine, Mejor Dirección de Arte, Mejor Actor de Reparto, en una categoría plagada por secundarios del Padrino, tales como Michael V. Gazzo, lee Strasberg y el ganador, Robert De Niro. Ganaría además Coppola por Mejor Guión Adaptado, compartido con Puzo, Mejor Director, y Mejor Película, por su papel como productor, de la mano de Gray Frederickson y Fred Roos.


Una gran noche para una película que es una continuación perfecta para una película que está en la terna para pugnar por el primer puesto. Esa noche la hermana de Francis, Talia Shire estaría nominada, más sin embargo no ganaría, tal y como fue el caso con Al Pacino. Y la otra nominación que no podrían ganar esa noche habría sido la de Diseño de Vestuario. Pero fuera de los premios, notemos la grandeza y la maestría que llegó a obtener Coppola al realizar estas dos partes de lo que vendría a ser una trilogía.


La escena más icónica de maestría en dirección en la primera entrega es cuando Michael decide matar a un hombre en el restaurante, y como es que con una visión que engloba toda la escena, con mezcla de sonido, y de dirección, podemos sentirnos en el papel de Al Pacino, cuando va al baño a tomar el arma. En la segunda, sin lugar a dudas sería la escena final, cuando notamos la transición que Michael Corleone ha tenido, al momento de quedarse solo tras su familia irse disolviendo. De hecho esta última escena contemplaba el regreso de Brandon, pero este no pudo estar, y de hecho, esto le da inclusive más fuerza a la escena, al tenerlo en una posición enigmática y de alto rango al Don.



La segunda parte me parece mejor porque muestra el ascenso tanto de Vito como de Michael, y como es de contrastante estas dos. La cinematografía es llevada a otro nivel, al igual que la narrativa al momento de emplear los flashbacks para ver como es que Vito llega a los Estados Unidos. Notemos además como es que el departamento de arte tuvo un gran reto al tener que ambientar dos épocas totalmente distintas. Le edición también por mucho supera a la primera, ya que fue complicado en la sala de edición, conforme a la visión de Coppola como escritor, guionista y director, como es que los saltos de tiempo podrían quedar bien establecidos.


Es una pieza excepcional que no solamente ha trascendido al nivel que lo ha hecho por simplemente continuar con la historia, sino por innovarla y llevarla a un lugar que con la original no se creía podía llegar. Recordemos que la primera película Coppola la realizó por el cheque, que si bien le fue tomando gusto, fue estresante grabarla, estuvo al borde de ser despedido en múltiples ocasiones, y no tuvo muchas decisiones en su control. Ahora, en una segunda parte, se pudo explayar más, y poder hacer suya la historia.


Una anécdota que se me hace muy simpática, es como Mario Puzo tras haber ganado dos Oscares por adaptar sus dos Novelas, fue a comprar un libro para aprender a escribir guiones, el primer capítulo se titulaba: Vea y Aprenda del Padrino. Puzo posteriormente escribiría otras diez películas, colaborando nuevamente con Coppola en The Cotton Club y The Godfather Part III, además de describir tres películas de Superman, además de la adaptación del 87’ de su obra homónima, The Sicilian, película de Michael Cimino, quien quizás podría ver como su retorno triunfante después de haber realizado películas que no tenía gran recibimiento por parte del público.



Recordemos que Michael Cimino había ganado el Oscar a Mejor Director, y Productor por una gran película que gira entorno a la guerra de Vietnam, igualmente, teniendo a De Niro, The Deer Hunter, además de haber estado también nominado a Mejor Guion Original, triplicando la inversión inicial y teniendo a Meryl Streep y Christopher Walken en el Film. La película habría ganado cinco de sus nueve nominaciones, antes de dejar en el olvido a otra gran figura del cine olvidada por la cara que nunca pudieron sobrepasar sus filmes posteriores.


Ya de por sí parece ser uno de los grandes años de un cineasta de la talla de Coppola, habiendo escrito, dirigido y producido dos de los filmes estelares de ese año 1974, falta mencionar su gran trabajo de escritura que realizó al momento de hacer el guion de The Great Gatsby, película dirigida por Jack Clayton, que pasaría a recaudar 26.5 millones de dólares, ante el presupuesto de tan solo 7 millones. Y no solo esto, sino que la idea original recaía en poner al frente de la escritura de guión al mismísimo Truman Capote, antes de ser remplazado por Coppola, quien recién terminaba de grabar El Padrino, y con la incertidumbre de que esta pudiera tener éxito comercial, y ante la necesidad de dinero, decidió tomar el trabajo.


Cabe destacar que esta película fue protagonizada por Robert Redford, Mia Farrow y Bruce Dern. Si bien Coppola sintió que el director Clayton no había entendido de buena forma el guion, refiriéndose a qué el guion que él mismo había escrito, nunca terminó por realizarse. Imaginen decir que tú película anterior a este gran año en dónde tres producciones con escritos suyos fueron éxitos tanto en la crítica, como en taquilla, fue The Godfather, y que la próxima película que realizarías fuera Apocalypse Now.



Además, figuras de la talla como William Goldman, elogiaron el trabajo de adaptación que Francis había tenido para la adaptación de la novela de un ícono americano, tal y como lo sigue siendo hasta la fecha Francis Scott Fitzgerald, cuya novela carece de diálogos entre Daisy y Gatsby, problema de talla mayor para cualquier guionista que busque adaptar un libro. Recordemos que William Goldman es uno de los mejores guionistas de la historia, habiendo sido acreedor de dos Premios de la Academia por su trabajo en Butch Cassidy and the Sundance Kid, y All the President’s Men.


Si bien en ocasiones se olvida mencionar este trabajo al momento de hablar de la filmografía de Coppola, se me hace pieza fundamental para entender la complejidad y gran figura de Coppola dentro de la industria.


Este ensayo, este caso de estudio, tiene un título, bastante claro he de creer, y como dirían en algunas clases de escritura creativa 101, como base de un escrito, esta el hacer promesas que puedas cumplir en algún momento del escrito. Al inicio habré sonado monótono solamente fungiendo como narrador de los acontecimientos históricos datados de la vida de Francis, sin meterme tanto en opinión más que con algunos recuerdos personales.


Pero si bien hay que hablar de la debacle, primero hay que mencionar y narrar el ascenso. Tras los exitoso que consolidó con las tres películas que serían de las mejores de esa década, siendo ampliamente superiores las dos del Padrino, ahora vendría otro de los puntos más altos de su carrera. A la par de haber creado éxitos ante la opinión de la crítica especializada, también lo hizo de forma comercial.


“Ésta no es una película sobre la Guerra de Vietnam, esto es Vietnam”


-Francis Ford Coppola.

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