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LA DEBACLE DE FRANCIS FORD COPPOLA. PARTE II

Foto del escritor: Mariano ZepedaMariano Zepeda

Actualizado: 13 ago 2023



Tras haber sentado una base de la influencia de Francis en la cinematografía, toca hablar de sus desaciertos que sucedieron después de Apocalypse Now y que marcarían su vida y obra. Durante el rodaje de Rain People, llegaron a coincidir en una ocasión George Lucas y Steven Spielberg en querer realizar un filme sobre la guerra de Vietnam. John Milius les habría propuesto hacer una adaptación de la novela Heart of Darkness de Joseph Conrad, aunque parecía de cierta forma inadaptable.


A Francis Ford Coppola le interesó tanto el proyecto, que le pagaría a Milius un adelanto de quince mil dólares por un primer borrador, con una comisión adicional de diez mil dólares si es que la producción era aprobada. El primer borrador fue completado el doce de mayo del 69’, y como propuestas estaba Apocalypse 3 o El Soldado Psicodélico. Pero al final fue cambiado a Apocalypse Now por la influencia popular del modismo de Nirvana, Nirvana Now. Tras escribir diez borradores con una extensión total de mil páginas, se remplazaría como trama central el colonialismo europeo, por una critica al intervencionismo americano.


El presupuesto contemplado seria de dos millones de dólares y sería a manera de un documental con matices de comedia negra. Para la película, Milius tomó como referencia el escrito de Michael Herr, Khesanh, sobre la batalla de Khe Sanh, además del clásico de Kubrick, Dr Strangelove. The Doors, y Richard Wagner, también fueron inspiraciones para Milius, quien terminó por colocar las canciones en momentos claves, sobre todo con The Ride of the Valkyries, icónica escena que amantes del cine podrán ubicar de inmediato en decenas de referencias en programas y películas.


Warner Brothers y Seven Arts, optaron por adquirir en conjunto el guion, pero casi de forma inmediata fue a parar a un limbo por la complejidad de la producción que el filme presentaba. George Lucas fue el candidato a dirigir la película en ese momento, dedicándole cuatro años de su vida al proyecto para poder llevarlo a cabo. Se contemplaba podía rodarse en 1971, y para poner contexto, esto fue apenas tras el debut de Lucas como director con su película futurista THX 1138.



Tras no haber podido llegar a un acuerdo creativo, George Lucas dejó el proyecto de lado para concentrarse en sus dos próximas películas que serían indudables éxitos que marcarían a toda una generación, tal como lo fue American Graffiti, y como lo sigue siendo Star Wars. Al final, en el mejor año de Coppola, tal y como fue 1974, decidió adquirir los derechos del guion de Milius para dirigirlo, y ayudar con la re-escritura por la visión que buscaba plasmar.


“El meollo de la cuestión es: ¿A qué me dedico? ¿Soy un escritor? En tal caso caso, ¿Soy un novelista, un escritor de novela corta o un dramaturgo? ¿Soy un director, un rey del celuloide o guionista? ¿Con un científico o un empresario? ¿Quién soy?, ¿Para que sirvo?.”


-Francis Ford Coppola en Apocalypse Now.

Co-escrita con John Milius.


En 1975 buscó locaciones en complejos militares en Georgia y Florida, buscando la ayuda militar, que al final rechazaron por la visión tan aterradora y destructora desde el punto de vista de ellos como milicia. Coppola también buscó en Australia mientras promocionaba la segunda parte del Padrino, antes de decidir decantarse por las Filipinas. Con quince millones de presupuesto, se tenía previsto que Steve McQueen y Gene Hackman junto con Brando la protagonizaran, y aquí es dónde comenzaron los problemas del rodaje a manera de Odisea desde que en este punto, Coppola como Ulises, dejarían Troya para intentar llegar a Ithaca.




McQueen rechazó a estar seis semanas en las Filipinas si no es que le daban los tres millones de salario que pedía. El rol de Willard también se le ofreció a Al Pacino, quien tuvo temor de enfermarse en la jungla tras la mala experiencia que pasó durante el rodaje del Padrino parte Dos en República Dominicana. Coppola llegó a entablar contacto tanto con Jack Nicholson, James Khan, Robert Redford, Clint Eastwood, Nick Nolte, Toby Lee Jones y Burke Reynolds.


De hecho, salió a la luz que McQueen le envalentonó a qué Eastwood fungiera como Willard para él ser el coronel Kurtz, ya qué eso solo le demandaba dos semanas de estar fuera de su país. Así mismo, el casting par Brandon fue bastante tardado, y inclusive llegando a considerar al mismísimo Orson Welles y Lee Marvin. Las negociaciones con Brando fueron complicadas y prolongadas, ya que pedía dos millones de dólares, uno por adelantado, para estar un mes en set, además del diez por ciento de la taquilla y de las ventas televisivas.


Al momento de comenzar el rodaje en el 76`, Coppola se vio inmensamente desilusionado con Harvey Keitel’s que no cubrió sus expectativas, y que reemplazó por un ahora libre Martin Sheen, quien no había podido aceptar anteriormente el rol por cuestiones de agenda. Las escenas re-grabadas de Willard se contemplaron grabar en cuatro días, pero cómo todo en la producción, se terminó prolongado.



Todo fue un desastre desde qué Sheen ingresó al rodaje, por haberse roto la mano golpeando al espejo de la escena inicial mientras verdaderamente estaba borracho. Inicialmente el rodaje estaría previsto que tomaría seis semanas en completarse, pero al final llego a los trece meses, filmando en una Vietnam aun con intervención militar. Todos estos problemas en el rodaje también se deberían a cuestiones actorales.


Marlon Brando llegó pesando 40 kilos más, además de no haber leído siquiera una sola línea del guion, para el momento que había arribado al set. Adjudiquémosle además que Martin Sheen tuvo un ataque al corazón y se debió de parar la producción, de igual manera en qué tornados destruyeron los sets, paralizando el rodaje por otras seis semanas. Aquí fue la primera vez qué Francis Ford Coppola estuvo al borde de la bancarrota, teniendo que hipotecar su casa de Napa Valley valuada en ese momento en treinta y un millones de dólares.


Una gran parte del equipo se quedó inmovilizado en el país, mientas que otros cuantos regresaron a su país de origen, Estados Unidos, y otros se dedicaron a saquear los fondos del proyecto. Para el momento en qué llegó un gordo Brandon, además de no haber cumplido en la cuestión del peso, se quejó de lo que Coppola había escrito y demandó cambios. El sobrepeso agravó aun más la situación del rodaje que estaba en estado crítico, y las tomas en las que Brando aparece entre sombras, no fueron más que ejecutadas de esa manera, para intentar disimular su sobrepeso.



Este caso fue contrario al de Coppola, quien durante el rodaje llego a perder hasta 18 kilos. Además que Brandon demandó no compartir set con Dennis Hopper, que continuamente lo confrontaba con su estatus de leyenda del cine. En sus ideas erráticas, entre todas las demandas sin sentido del actor, involucró un monólogo totalmente improvisado de dieciocho minutos que terminaba por ser incoherente y sin fundamentos.


No solo había solicitado cambiar el nombre del Coronel Kurtz a uno fonéticamente más americano, aunque desistió de esto posterior a leer la novela, conformándose con la decisión de Francis. Coppola sufría tanto con Brandon que se rehusó a mirar su actuación, y en cambio, se lo delegó todo a Jerry Ziesmer, quien fungía como su asistente de dirección, tras ya haber actuado en el primer cuarto de la película. Brandon tras haber pasado dos semanas más de lo que había estipulado, demandó millón y medio de dólares extras por aquel tiempo, cosa que a final de cuentas era difícil de justificar tras sus quince minutos en pantalla del corte final.


Tras dos años de verse inmersos en el proyecto, Coppola sacando todo adelante, escondiendo la condición de salud que Sheen había sufrido, apenas se pudo comenzar a montar la película a manos del editor Walter Murch. Para empeorar todas las cosas, después de un fatídico desastre en set, al momento de llegar a la sala de edición se dieron cuenta de qué no contaban con ningún tipo de sonido característico del rodaje, tales como disparos de armas y demás, a la vez de que algunos diálogos era inteligibles por el sonido de los helicópteros que los cubrían.



El estreno se terminó posponiendo de mayo del 78’, a la primavera del año siguiente. Ya una vez “finalizado el rodaje”, Coppola regresó a Estados Unidos para realizar un corte inicial, pero a falta de un final, regresaría en el 77’ a filmar otras escenas. Cuando pudo estrenarse, la prensa terminó por despedazarla al momento de su proyección durante el festival de Cannes, aunque eso no le llegó a impedir que ganase la Palma d’Or, segunda para Francis, y un mérito enorme.

A pesar de las malas críticas y la mala prensa que rodeaba al largometraje, tampoco le impidió lograr un éxito comercial a nivel tanto nacional como internacional. Tuvo un gran impacto en la cultura popular, y ahora considerándose entre los conocedores del filme como una de las mejores obras jamás concebidas. Un caso curioso que pasó con un actor durante el rodaje de sus escenas fue Sam botos, quien ha admitido que durante la filmación consumió marihuana y LSD durante sus escenas, pero que ante el fatídico plan de rodaje que nunca pudieron seguir, ¿Quién no lo hubiera hecho? Además de que el actor sufrió de una infección de parásito que dañó de mala forma su hígado.

Realizando múltiples investigaciones, me di cuenta de la verdadera locura que fue todos esos meses de incertidumbre dentro de las hojas de llamado y de desorden, que inclusive el mismo Coppola cargaba consigo un arma cargada. También, tuvieron que recurrir a cadáveres reales entregados por un hombre que de forma ilícita los tomaba, y en cierta manera, distribuía con otros fines, por decirlo simplemente así.



La misión con esta película era mostrar el camino que seguían aquellos que pisaban tierras extranjeras contemplando el horror que estas le aguardaban, tal y cómo años más tarde haría con Full Metal Jacket de Kubrick, o habría hecho The Deer Hunter. Quería Coppola enfatizar en la distinción entre el bien y el mal, al igual que lanzar criticas a la rutina desmoralizadora que la guerra moderna planteaba.


Me tocó ver en un teatro en Australia la versión de Apocalypse Now: Final Cut, una película asombrosa que pude apreciar en una gran pantalla, con sonido envolvente, pero que por desgracia no pude terminar de ver por aun tener encima el JetLag. Pero sin duda, puedo referirme a esta película como una de mis favoritas, y como una obra de arte para lo que significa hacer una película, con corazón y osadía.


Después del éxito de Apocalypse Now, para Francis, significando que no se iría a la bancarrota, y que tendría el suficiente dinero para ya no depender de estudios y comenzar a realizar sus proyectos sin limitante creativa alguna, con Zoetrope, lo siguiente que realizó fue un musical. Y en este musical hay que tomar nota, ya que este fue el evento que partiría en dos la historia de Coppola.



Fuera de los géneros de drama que había tratado con anterioridad, y ante las múltiples nominaciones que había obtenido en los Oscares con Apocalypse Now, a quien no le dieron mas Oscares para que Coppola no tuviera un exceso de ellos, saldría de todo lo que el público esperaría que hiciera en su siguiente película, para realizar algo totalmente distinto Y cabe destacar, es algo que no funcionó.


Si bien todos los empleados dentro de Zoetrope estaban felices, y que cuando la empresa amenazó con irse a la quiebra ellos salieron a su defensa trabajando por salarios menores y restándose prestaciones, esto tampoco funcionó. En lugar de contratar a actores por película, los tenían con sueldos fijos para que ellos dentro de las producciones de Zoetrope actuarán en la mayor cantidad de películas al año que el estudio estaría produciendo.



De hecho, también los empleados y Crew tendrían solamente una semana laboral de lunes a jueves, con viernes libres y eventos cada mes. La película que dividiría su filmografía e historia de vida se llamaría One From The Heart, con un significado literal para Francis, ya que era una oda suya para el cine, para crear una obra independiente sin tenerlo que consultar con los productores, directamente y dicho de forma poética, desde su corazón.

Lucas mencionaría más adelante que al momento que la película fracasó, muchos cineastas que buscaban tener la misma libertad creativa que Coppola proclamaba y buscaba con su nuevo estudio, se vino abajo cuando en el mejor ejemplo de no poner los mismos huevos en la misma canasta se concretó, y temiendo lo peor, se terminará efectuando al momento de firmar por primera vez su declaración de bancarrota, de un total de tres.



Coppola se vio obligado a poner el estudio en venta y en tener que trabajar en la próxima década en proyectos divergentes a lo que habría hecho, para poder saldarlas. Y así es como ante una de las mejores épocas maestras que ha tenido un cineasta, realizando cuatro de las mejores cien obras de la historia del cine, en tan sólo siete años, vio su fin para poder caer en lo que tanto odiaba, y terminar viéndose obligado a dirigir películas que no le fascinaban ni lo encaminaban a su visión cinematográfica.


Y me gustaría en verdad decir que es una obra mal entendida, que se adelantó a su tiempo, pero no sería más que una mentira, e intento de maquillar una película mediocre dirigida por uno de los grandes del cine. En verdad la película no funciona, si bien tiene una propuesta innovadora, no es atractiva para el público de hoy en día, mucho menos para el de esa época. Malamente, teniendo un paso en falso, Francis fracasó, y a lo grande al momento de apostar el futuro de su estudio en una sola película, que no lucía ser tan prometedora como las anteriores.



Con un presupuesto de 26 millones de dólares, en Estados Unidos, solo recuperó 636,796 dólares. Imaginen en su época lo que fue esto, para un director que recién había dirigido cuatro películas de las mejores de la historia, con aspiraciones al Oscar, y con dos que lo ganaron de forma rotunda, como fueron las primeras dos entregas del Padrino. Con El padrino ganaría entre 246 y 287 millones de dólares, ante un presupuesto de entre 6 y 7.2 millones de dólares, siendo un éxito rotundo. Si bien The Conversation es una película más modesta, ésta, costando 1.6 millones, pasó a recuperar 4.4 millones de dólares, haciéndola un buen negocio.


Si bien el Padrino parte II no superó a su predecesora, ante un presupuesto de 13 millones, ganó de entre 48 y 88 millones de dólares, convirtiéndola en números verdes para el estudio. Apocalypse Now, con todo y la extensión de días de rodaje, y compilaciones en set, costando 31 millones, pasó a recuperar de entre 100 a 150 millones de dólares. Por lo que era casi inconcebible que un cineasta como Coppola, demandando por tantos años libertad creativa, una vez teniéndola, fuera un fracaso total, viéndose obligado a poner a su recién estrenado estudio en venta posterior a la realización de tan solo una película, ¡Una película!



George Lucas apoyaba la visión de Coppola de quitarse la presión de los grandes estudios, y tener libertad creativa. Y ante el dinero que Lucas tenía, gracias a las regalías de Star Wars, que se convirtió en la película más taquillera de la historia en ese momento, con su propio dinero financia The Empire Strikes Back. Hizo lo mismo que Coppola con One From the Heart, pero menos arriesgado, ya que Lucas estaba realizando la secuela de la película más exitosa de todos los tiempos, y Coppola intentó alejarse de las películas que lo habían hecho grande, con una mala historia y con una dirección no comprendida, sino es que mal explicada y expuesta.


One From the Heart fue un fracaso total, y la segunda entrega de la trilogía de Lucas, ante un presupuesto de 30.5 millones, recaudó entre 538 y 549 millones de dólares, sin olvidar que esto consolidaría a las empresas y al patrimonio intelectual que más adelante Lucas le vendería a Disney por 4,050 millones de dólares. Si bien, gracias a su emporio vinícola, se estima que la fortuna total de Coppola es de 400 millones, en cambio al patrimonio de George que es de 6,600 millones de dólares.



“No creo que existan palabras para describir todo lo que significa, a aquellos que no saben qué es, el horror. El horror. El horror tiene rostro. Tienes que hacerte amigo del horror. El horror y el terror moral deben de ser amigos, si no lo son se convierten en enemigos terribles, en auténticos enemigos.”


-Francis Ford Coppola en Apocalypse Now.

Co-escrita con John Milius.


One From The Heart, termina por ser una película digna de ver, para entender la filmografía de uno de los mejores directores y escritores de la historia, pero qué en sí sola, simplemente no funciona. Y pensando que después de este rotundo fracaso, Francis volverían los origines y a las tramas que le ayudaron a sobresalir, nos equivocaríamos, ya que lo siguiente que realizó fue The Outsiders, adaptación, al igual que Rumble Fish, que se filmarían casi con el mismo cast y Crew, además de haber sido en fechas cercanas.



En The Outsiders malinterpretó su dirección, a palabras del mismo Francis, y el producto final no corresponde a la visión que él tenía en su cabeza. Si es que la han podido ver, notarán que lo visual no compagina nada con el estilo de Coppola, y que la dirección termina por sentirse plana y poco trascendente ante una trama que tampoco incita a interesarnos más en la historia de los personajes, y del porvenir de la historia misma dentro del filme.


Y los siguientes proyectos del director terminarían por caer en el olvido, como sería el caso con su siguiente película, la cual he tenido que buscar y buscar hasta encontrarla, sin fruto, teniendo que rentarla para verla. No es una película que las plataformas de streaming hoy en días mueran por tener en sus catálogos, si bien es intrascendente, puede interesarte un poco, pero decepciona al conocer a la mente maestra detrás de ella.



A la película que me refiero, es Rumble Fish, del 83’, producido por Zoetrope Studios, quien ya no era propiedad en si de Coppola. Ante un presupuesto de 10 millones, pasaría a ganar solamente 2,484,480 dólares, exactamente, siendo nuevamente, un rotundo fracaso, y confirmando el declive de una las figuras más importantes, tal y como era Coppola.


Rumble Fish era una película mucho más experimental, en blanco y negro, inspirada en la nueva ola de cine francés, con Time Lapses, muy similar a la película que recién había producido para, Koyaanisqatsi. Mientras tanto, De Palma, Spielberg, Scorsese y Lucas, vivían de sus mejores momentos, inclusive con Martin Scorsese a falta de alcanzar su grado de maestría con sus filmes que vendrían después, pero con películas que cambiarían para siempre al cine, y lo harían trascender, tales como Taxi Driver estrenada la década pasada, y Raging Bull, junto con las ya estrenadas The King of Comedy, New York, New York, Mean Streets y Alice Doesn’t Live Here Anymore.


Pero volviendo a Rumble Fish, siendo algo más experimental, filmada en blanco y negro, con un elenco joven y con su sobrino en uno de los papeles protagónicos, Nicolas Cage, quien en años próximos ganaría su Oscar por Leaving Las Vegas, terminó por ser realmente poco interesante para el espectador de esa época, y de la contemporánea, ante un filme que simplemente no tiene condimentos. Si bien fue una época caótica para Coppola que cosechaba fracaso tras fracaso, en todos los sentidos, lo que más se le podría destacar serían sus elecciones de cast, sobre todo con Nicolas Cage y Jim Carrey.



La película no fue filmada enteramente en blanco y negro, sino que en ocasiones teníamos insertos de colores, pero que nunca se entendió precisamente el significado de ello, tal y como lo emplearía de buena manera Spielberg con Schindler’s List. Claramente esta película delimita ese antes y después en la historia de Francis Ford Coppola. Sí, así es, una sola película pudo cambiarlo todo dentro de la filmografía de uno de los mejores directores de la historia. Si bien esta película le quitó el estigma que tanto peso representaba, como ser el Cinco Veces Ganador del Oscar, en una mala pasada, siendo irónico, habiéndose liberado de una vez por todas a los estudios, para poder realizar una película conforme a su visión, terminó trabajando para ellos para poder pagar las deudas que había generado.


Regresó a trabajar en los estudios que tanto había criticado, y con malos trabajos. Estos mismos estudios en la actualidad dudad de su capacidad para realizar un filme que tan siquiera pueda recuperar en taquilla lo que costó la producción. Rectificando la verdadera gravedad de esta circunstancias, lo corroboré tras revisar en una edición de los Angeles Times, en dónde explicaba como es que los gastos llegaban a 98 millones, y los activos a 53 millones de dólares, convirtiendo todo en una situación insostenible.



Antes de pasar a su siguiente proyecto, colaboró con George Lucas y Rusty Lemorande para la realización de Captain Eo, un cortometraje de ciencia ficción para los parques temáticos de Disney, siendo en 3D. Se exhibió en los múltiples parques de atracciones, con una duración de 17 minutos, teniendo como protagonista al legendario e icónico Michael Jackson. A la vez, fue una de las primeras películas catalogadas como una exhibición 4D.

Aquí podemos ver el tipo de trabajos que tendría que tomar Coppola, y como es que se desviaba de poder seguir con el legado que sus películas anteriores, de la década de los 70’s, tanto status le habían dado. Inclusive, esta película contó con un presupuesto mayor al que tendrían sus películas de la década de los 2000’s, con 23.7 millones de dólares. Se pasó de tiempo de rodaje, y se excedió en su presupuesto, como ya era costumbre en él.


Eso sí, Captain Eo ha sido una de las exhibiciones en los parques de Disney con mayor duración de estadía como atracción de su historia, con casi 18 años. Dentro de otros proyectos adversos de lo que se esperaría que Coppola podría realizar, está el capítulo de Saturday Night Live que dirigió, y que es bastante extraño, pero a la vez entretenido, algo que seguramente, inclusive los más acérrimos cinéfilos no conocen como dato dentro de la Filmografía de Francis.



Posteriormente Francis realizaría The Cotton Club, película que sorprendentemente, ante la mala racha, podríamos decir que vale la pena. Pero como no podría faltar, en una debacle bien marcada de Coppola, el estudio tendría que intervenir y retirar escenas claves, que al final obligarían a Ford Coppola a re-lanzarla en un corte de director con ellas.


El problema que tenías el estudio con la película, es que consideraban que la aparición de tantos actores de color con roles protagónicos no podría terminar por embonar con la audiencia, pero en sí esto era una petición alocada, ya que conformaban gran parte del elenco y de las escenas, por lo que sería complicado quitarlas sin restarle cierta coherencia.

Si bien, contractualmente Francis tenía control total del corte final, quizás su mala experiencia con sus películas pasadas le quitó la seguridad para no cortar las escenas, que más adelante incorporaría al nuevo corte del largometraje que estrenaría años después. Todos esperaban que pudiera ser como el Padrino, pero terminó esto por fallar, y mejor olvidar esta ambición ante un filme que ni siquiera se podría aproximar. Si bien esta película no funcionaría tan bien, habiendo el estudio invertido 58 millones de dólares, y solo recuperando 25.9 millones, tampoco sin poderlo celebrar, se tiene que decir que al menos habían recaudado más que sus predecesoras.



El próximo proyecto que Coppola abordaría sería Peggy Que Got Married con tres nominaciones al Oscar, y con una taquilla positiva para el estudio, habiendo costado 18 millones de dólares, y recuperando 41.5 millones. Es una película más divertida, y de nuevo, contiene escenas con Nicolas Cage, su sobrino predilecto, al parecer.

Pero si bien es una película que recomendaría ver, a este punto, ya artísticamente hablando es la confirmación de una visión incoherente, sin pies ni cabeza, sin tener una idea clara a comunicar, y con pobres ejecuciones que la hacen ver como la película de un recién egresado de la facultad de cine sin experiencia.


No hay un lenguaje cinematográfico claro, son ideas vagas a las cuales ni a los encuadres se les presta atención, y que confirma que quizás, en ocasiones los artistas solo tienen pocas que decir, y que sepan como hacerlo, antes de comenzar a caer en debacles que opacan sus mejores trabajos.



Y para este momento, parecería que ya hemos dejado de hablar de Coppola, ya que las películas mencionadas para nada cubren las expectativas que se tendrían que tener ante un productor, escritor y director que ha alcanzado tal grado de maestría, para posteriormente aterrizar pobres películas que en verdad no merecen tanto la pena analizar.


Se podrá notar como con sus películas pasadas los extensos párrafos se desarrollan, mientras que aquí apenas y se mencionan detalles que para el lector serían aburridos de desglosar. Por ejemplo, Garden of Stone es una película que si ves en un canal de cable, terminas quitándole a los pocos minutos.



No se ve que sea un filme de calidad, ni que proponga una premisa interesante. Este sería el proyecto del año 87’ para Coppola, con reseñas mezcladas, pero sobre todo, dejando la balanza desfavorable para ellos, dándoles opiniones poco positivas. La película costó 13 millones de dólares, y terminó recuperando 5,262,050 millones. Tucker: The Man and His Dream, proyecto del 88’ costó 24 millones y pasó a recuperar 19.7 millones, fue una buena película, entretenida, pero que no terminó por convencer al público.



Puede que esta película funge más como un autorretrato de Coppola ante como un hombre fracasa en su misión, mientras que es acompañado por su familia. Está idea la tenía desde los años 70’s, inclusive teniendo como protagonista a Marlon Brando. Quizás si Apocalypse Now no se hubiera postergado tanto, y la producción no hubiera sido tan complicada, podríamos haber visto esta película estrenarse antes.


La película que se estrenaría en los 80’s nace como una buena idea, basada en el intento fallido de Preston Tucker de sacar su propia línea de sedán, es una película que vale la pena ver, pero que ante los estándares que el mismo habría elevado, ahora se veía como presa de ellos. Recordemos que esta película fue protagonizada por Jeff Bridges y producida por George Lucas.


Pero para estos instantes, ya las películas se promocionaban como las recién dirigidas por el cinco veces galardonado del Oscar, en lugar de su trama que pudiera ser interesante independientemente de quien estuviera al mando de la producción. En este caso, Coppola no la escribiría ni produciría, se limitaría a solo dirigirla. Antes de volver a la saga que lo haría famoso, co-dirigiría y escribiría junto con Scorsese, Allen y su hija Sofia New York Stories un fragmento del filme que sería proyectado en la competición del festival de Cannes en el 89’.

Es una buena película, o bueno, quizás no buena, sino interesante, ya que ha sido dirigida y escrita por grandes figuras del cine hoy en día, y con Sofía Coppola en la escritura, que más adelante le valdría para ganarse un Oscar a Mejor Guión Original en el 2003, por Lost in Translation. Pero siendo sinceros, con exceso de películas ahí afuera, y hoy en día que es mas fácil verlas, no recomendaría quitarle la oportunidad a uno de esos largometrajes por ver esta película que si bien no hubiera existido, nadie la extrañaría ni de cerca.


Posterior a todo esto, a todos los proyectos fallidos, Coppola se vería obligado por la insistencia en grabar el Padrino III, la cual es una película buena, pero no equiparable a las anteriores. Es una película entretenida, pero sin mucha propuesta narrativa, como si se tuviera que adaptar a fuerzas una novela más de Puzo para continuar con la trama de los Corleone.


Quizás del punto de vista financiero esta decisión haría mucho sentido, pero desde un punto de vista artístico… mejor no repetir lo que se viene diciendo en los últimos párrafos, ya que en este momento ya el arte no era prioridad para Coppola. Una película realizada sin propósito aparente, y que si bien no desprestigió a la saga, tampoco le aportó bastante.

Audiencias a lo largo del globo se fueron desilusionadas a su casa, y si bien, actualmente Francis se ocupa más de su emporio vinícola que en hacer películas, se ha dedicado a sacar remasterizaciones de las que ya ha realizado, que mejoran un tanto más a la versión original. Pero Francis actualmente no hace más películas, no tanto por mera voluntad suya, sino por la desconfianza genera por los estudios que tienen una finalidad única cómo cualquier negocio, que es el generar dinero.



Como dato curioso del Padrino III, Coppola reveló en una entrevista con The Project, que para ese momento, en el que filmaban la película, las tierras que albergaban a los estudios de Paramount Pictures eran del Vaticano. El estudio, el bien inmueble pertenecía a ellos. ¿Y cómo es que el Vaticano tenía una compañía inmobiliaria que era propietaria del espacio de estos estudios? Pues bueno, según afirma Francis, todo esto se debe a la corrupción que hay dentro de la iglesia y sus múltiples negocios, de los cuales no rinden cuentas.


Todo lo que plasmó en la pantalla fue algo que una fidedigna que habría tratado con el Vaticano le había contado. El Padrino III puede ser una película que el espectador disfrute, pero que es posible saltarse si así lo desea. Yo emocionado, tras ver la segunda parte, vi la tercera y no la terminé. Apenas y lo hice hace unas semanas atrás, pero en su momento, no me interesó verla, no me atrapó la trama, y deja a relucir que tiene una historia floja, y que se realizó más con fines económicos que artísticos.


Pero bueno, hay que admitirlo, fue buen negocio, costó 54 millones de dólares, y pudo recuperar 136.9 millones, lo que cual es bueno, teniendo en cuenta la película de Coppola que se habían estrenado en los 70’s, y que arrasó en los Oscares, The Godfather II, recaudó de entre 48 a 88 millones.


Recuperándose de si infame forma de realizar películas que simplemente no tenían buena recepción en la taquilla, fue hasta la inversión de Columbia Pictures de 40 millones ante la producción basada en la novela que se adaptaría de Bram Stoker, Dracula, que volvió a darle un aire a Coppola, y que desde el fracaso de One From The Heart, le hizo recuperarse económicamente. La película tendría como protagonistas dos jóvenes promesas, tales y como lo eran Winona Ryder, y Keanu Reeves, trabajando junto con Gary Oldman, quien recibiría un Oscar por su reciente participación en la película Darkest Hour.


Aunque si bien parecería hoy en día que el cast es espectacular, además de tener al dos veces ganador del Premio de la Academia Anthony Hopkins, creo a nivel personal de que la elección de cast por parte de los actores jóvenes no favoreció a la película. Luce bien en papel, viendo los grandes nombres, pero en su momento, al ver la película, te das cuenta que Ryder y Keanu no lucen en sus papeles correspondientes.


Pero fuera de que si es buena o mala, disfrutable o no, si es que se ha convertido en un filme de culto o no forma parte de las mejores películas de monstruos, es cierto que ante la inversión de Columbia de 40 millones, llegó a recuperar 215.8 millones de dólares. La película cuenta con muchos elementos empleados en las producciones de filmes mudos, y como es que no se grabó con tecnología contemporánea, sino que técnicas de miniaturas, efectos prácticos y sin computadores o pantallas verdes, se puede destacar por lo menos la labor de Francis al momento de querer innovar o probar una técnica nueva.



La siguiente película en su filmografía sería Jack, una película que sorprendería a cualquier al saber que es de Coppola, y que protagoniza un Robin Williams con una edad intelectual menor, al tener el síndrome Werner. Me indigna y confunde en verdad pensar que Coppola decidió dirigir esta película con un Williams siendo incómodo, más que adjudicándole una etiqueta de gran actuación. Vean la escena de la casa del árbol, y como es que Williams se pedorrea en una lata… Literalmente, ¡LITERALMENTE!


Es impresionante pensar que Coppola podría realizar este filme que podría bien haber sido dirigida por un director recién egresado ávido de trabajo en la industria. Nuevamente, misma referencia y comentario; pero es que en verdad es de no creerse las decisiones en cuanto a los proyectos que Coppola tomaba.




Tomemos a Leonardo DiCaprio y su gran filmografía, y fuera de cualquier adjetivo que se le quiera adjudicar, yo le pondría uno primordial que lo ha instituido como uno de los mejores actores de todos los tiempos: El ser selectivo. Francis parece carecer de esta habilidad desde Apocalypse Now, con proyectos que en ningún sentido funcionan, y que no lo hicieron por años, mientras seguía escogiendo la misma clase de guiones para producir y dirigir. La propuesta cinematográfica, es más que pobre.


Si bien ante una inversión de 45 millones de dólares recuperó 58.6 millones, no es equiparable con el trabajo de Coppola en ninguno de los sentidos, ni siquiera con sus películas de los años 80’s que al menos tenían algo que decir, con una propuesta clara, y elementos cinematográficos interesantes, que no derivaría en frustración ante la impotencia de una dirección mediocre del genio que anteriormente no dudaba en poner historias crudas y reales en cámara, en el género dramático.


Francis recalca el tomar riesgos, el ser osado; claramente en esta película es lo último que muestra, con una visión cinematográfica plana y que da más Cringe en lugar de entretenimiento, que si bien la película no va a estar bien hecha, que tenga como propósito al menos entretener, no dar pena ni incomodidad. Bien en el canal de Youtube JoBlo Videos lo menciona, como es que pasó de dirigir a las leyendas Brandon y a Al Pacino, a dirigir a Bill Cosby echándose pedos, junto con un Robin Williams infantilizado en una casa del árbol con niños riéndose.


Lo reitero, ¿En qué momento se le hizo buena idea esta escena? En verdad no lo entiendo, y no creo que nunca nadie lo haga, y mucho menos justifique. Y aclarando el papel del guionista, esta película nuevamente Coppola no la escribió, al igual que The Outsiders, Peggy Que Got Married. Quizás le faltó afinar sus habilidades de escritura a Coppola para redactar proyectos interesantes, o contratar a un guionista decente.


“Hoy no veo ese riesgo en el menú de los grandes estudios, y como creador debes apostar por obras únicas”


-Francis Ford Coppola.


Desde finales de la década de los 80’s, Coppola habría entrado en discusión con Warner Bros para adaptar la novela de Las Aventuras de Pinocchio, a la par de una película basada en J. Edgar Hoover (La cuál realizaría Eastwood casi tres décadas más tarde, protagonizada por DiCaprio), además de otra adaptación, como lo sería la de El Secreto en el Jardín, pero todo esto al final se cayó debido al pago de honorarios del mismo Francis, y al final en un acuerdo alcanzado en 1998, se le pagó a Coppola 20 millones por haber perdido el proyecto de Pinocho, a la par de otorgarle otros 60 millones en compensaciones por los daños de Warner Bros hacía él por el sabotaje a esta versión.


Coppola, también se vio envuelto en 1996 por otro caso, esta vez contra Warner y Carl Sagan, al reclamar que la novela de Contacto, protagonizada por McConaughey. y Foster años posteriores, que estaba basada en un proyecto que ambos habían desarrollado en 1975 titulado como Primer Contacto. La película la dirigiría Robert Zemeckis, ganador del Oscar por Forrest Gump, y director de la icónica trilogía de Back to the Future, además de Cast Away y Flight.


Al final, como es que los hechos han marcado, el Show nunca se llevó a producción, y la novela de Sagan si llegó a publicarse, y posteriormente adaptarse en una película. Por esto, Coppola recibió 250,000 como compensación. Si bien se podría ver que Sagan en verdad violó este acuerdo, el caso fue desmantelado debido a que Coppola esperó bastante hasta llenar los papeles necesarios para el juicio, siendo esto en Febrero de 1998, años tarde a la demanda original.



Como siguiente proyecto cinematográfico serio, escogió adaptar la novela homónima de John Grishman, como parecía ser moda en esos años, llevando las novelas del autor al cine. En este caso Coppola como escritor y director. Con un elenco prometedor, como lo era el conformado por el joven Matt Damon, Claire Danes, Jon Voight y Danny DeVito, la película que costó alrededor de 40 millones, apenas pudo recuperar 45.9 millones. La única victoria de esta película, fue la satisfacción promedio del autor de la novela. Y algo extraño que pasó durante estos años, fue su producción de Supernova, cosa extraña, y que realmente la define como totalmente intrascendente.



Esta película, más que nada fue una re-masterización que se llevó a cabo a finales del siglo, en agosto de 1999, cuando se invirtió un millón de dólares para simplemente agregar digitalmente los rostros de James Spader y Angela Bassett. Al final el filme terminó por caer en la ambición de crear una película sexy espacial cuyos efectos, trama y producción no estaban a la altura de llegar a las audiencias que estuvieran dispuestas a pagar un boleto para siquiera darle una oportunidad.


Para octubre del año 1999, la productora MGM decidió vender la película, que al final sería estrenada el 17 de enero del año 2000, dos años después de la fecha planeada inicialmente. Para el 2001 relanzaría Apocalypse Now en una versión Redux, con 40 minutos extras de la película, y en 2019 lanzando Apocalypse Now: Final Cut, la cual pude ver en Australia.



La siguientes películas poco, sino es que nadie de los que conozco, igualmente, asiduos al cine, han visto, o al menos considerarían que en un ensayo de Ford Coppola se deberían mencionar, siendo sus próximos proyectos cinematográficos tales como Youth Without Youth, que parecía ser el retorno de uno de los mejores directores, realizando un trabajo que parecía, y prometía ser distinto a los anteriores, aunque fue quizás una decepción más grande.


Pero aquí soy algo confrontativo, he de decir, pero en realidad, creo que Francis evoluciona como artista en este punto de su carrera cinematográfica, que especificaré más tarde en la conclusión. Pero si bien no son buenas películas, son unas sinceras, y que terminan de definirlo a él como un siniestra multifacético y complejo.



Si bien tiene una premisa bastante interesante y que llamó mi atención, nuevamente falló la ejecución. Habiendo sido dirigida, producida y escrita enteramente por él, solamente reunió 244,397 dólares en taquilla nacional, y 2.6 millones a nivel mundial, con pésimas críticas, teniendo 32% de aprobación de Rotten Tomates, y un promedio de 4.8/10 en general. En Metacritic no le iría mejor, de 100 puntos posibles, recibiría solamente 43. Esta película fue dirigida por Coppola casi a diez años de su película más reciente, tal y como era The Rainmaker. El presupuesto de casi 19 millones no fue para nada equivalente a lo que habría recibido en la taquilla, y mucho menos siendo una obra que no se apreciara, ya que ni valdrá la pena ir a ver para al menos emitir un juicio al respecto.


Tetro tuvo una mejor recepción, pero miremos como es que conforme el paso de los años, Coppola iba bajando las expectativas en su audiencia, y que al momento de solamente hacer una película que no fuera mediocre, se le aplaudía por aquello. Es una película experimental, eso hay que entenderlo, pero ya con gente abierta a este tipo de película Indie, con libertad financiera, sigue por rozar una trama intrascendente. Con el dinero y la disposición de realizar una película, no le costaba tanto el adquirir los derechos de una buena obra, y en caso de no quererla escribir él, delegar este trabajo para que solamente se pudiera él dedicar a la dirección.


Si bien fue mejor a su antecesora, fue una película extremadamente mediocre, nada que se le pudiera adjudicar a quien en alguna ocasión se mencionó como una de las mentes más pródigas del cine, con solamente una recaudación de 2.6 millones de dólares, ante los 5 millones de presupuesto. Pareciera que si Coppola no tuviera planes de sacar una infame Padrino Capítulo IV, no habría forma de que en verdad pudiese volver a figurar en un panorama relevante dentro de la industria cinematográfica, ¿O usted pensaría que no es así? ¿Pero eso es a lo que ha aspirado Coppola en los últimos años? ¿A realizar películas que apenas y sobrepasen la barrera del termino mediocre? La película del año 2009 recibió en Rotten Tomatoes el 70% de aprobación, y en un promedio total 6.3/10. Una película que al menos Coppola presentó de mejor manera, en comparación a las anteriores, por lo menos tenía algo a destacar, cuyo “algo” sería complicado de identificar, pero que sin embargo se podría sentir un ligero regreso de la gran mente detrás de películas tan emblemáticas.


En 2011 dirigió, escribió y produjo en solitario…. Twixt, teniendo de elenco a Val Kilmer, Bruce Dern y a Elle Fanning, y que desde el póster te puedes dar cuenta de la aberración de la cual estamos por hablar. Ante un presupuesto… vale decirlo, para aclarar el contexto, que costó el hacer la película 7 millones de dólares, solamente, y para nada sorpresa relacionado con la taquilla de Francis Ford Coppola desde los años 80’s, a excepción de Dracula y El Padrino III, sería pobre y nada correspondiente a la cantidad invertida, con su Box Office de 1.3 millones de dólares.



Recibiendo una etiqueta, que para el trayecto ya recorrido de Coppola, con tantos años de experiencia, se podría nombrar como su peor película jamás hecha. La película era del género del terror, aunque el verdadero horror es verla. Desde la premisa, hasta el adelanto, inclusive pasando por los primeros minutos de la película, parece ser (exageradamente) una película de bajo presupuesto (la cual es). Y si bien este tipo de símil ya la he empleado un un sinfín de ocasiones dentro del escrito, tendré que solicitar ayuda externa para comenzar a etiquetar y agregar adjetivos a una triste filmografía en decadencia, quede desde Apocalypse Now ha ido en caída libre artísticamente; El padrino III y Dracula no han sido rotundos fracasos por la remuneración económica, son películas que no recomendaría ver en sí. A esto ha pasado a convertirse las películas de Coppola, en aberraciones que perturban más por le hecho de quien las llegó a dirigir, escribir y producir, más que por en sí mismas, ser tremendamente malas. Quizás, teniendo en cuenta un poco de la historia de vida de Coppola, podamos empatizar con él en este filme por como es que una escena se asemeja a la muerte de su hijo Gian-Carlo, y como es que en verdad pudo procesarlo y plasmarlo.


Surgen incógnitas alrededor de todo esto, ¿Es en verdad que un artista solamente tiene una cantidad específica en su vida para contar historias relevantes? ¿Hay un límite de edad para poder hacer buenas películas? Tal y como Tarantino ha mencionado su deseo de solamente realizar 10 películas para no comenzar a decaer. Martin Scorsese ha mostrado lo contrario, siempre ha realizado películas excelentes, entonces, ¿Solamente un puñado de buenos directores como Spielberg, Kubrick, Eastwood y Scorsese pueden mantener la constancia en la calidad de sus trabajos cinematográficos? Si bien varios críticos de cine han comentado que Francis debería de dejar de realizar películas, por el bien de su legado, yo pienso que con su talento, visión y experiencia, además de vivencias fatales en cuanto a sus largometrajes, podría entregarnos una nueva, y última obra maestra. Pero transcurriendo tantos años, ante tantas oportunidades que se le han dado, y con productos mediocres que ha lanzado, ¿En verdad podríamos esperar una nueva gran obra por parte de uno de los mejores directores de la historia del cine? Y menciono que es uno de los mejores directores de la historia por las películas que realizado en los años 70’s, y por el impacto que tuvo en la industria, a la par de sus grandes amistades que son emblemas del séptimo arte lo respaldan por completo, es una figura indudable de la industria.


Si bien parecería que Coppola está sepultado, que ya no tendría ningún proyecto en puerta, aun se encuentra Megalópolis, un proyecto sin fecha de lanzamiento, y que a mi conocer, aun no cuenta con el financiamiento suficiente para realizarse. En Abril de 2019 se mencionaron los planes que tenía para este nuevo largometraje mencionando, citando y traduciendo: Planeo este año comenzar mi larga (en cuestión de tiempo) y grande ambición de realizar un gran trabajo utilizando todo lo que he podido aprender durante mi carrera, comenzando desde los 16 años haciendo teatro, convirtiéndose en una gran película épica a gran escala, la cuál se titulará Megalópolis.”


Planea dirigir esta película, con base a la historia de los sucesos posteriores a la reconstrucción de la Ciudad de Nueva Yorks ante el desastre del 11 de Septiembre. Se concibe como una película extremadamente sensible. Habla de, según filtraciones, como la historia de un hombre que intenta reconstruir la ciudad de Nueva York para convertirla en una utopía. Inclusive se menciona que trabajos como Jack o The Rainmaker fueron aceptados por el director para poder financiar su última Gran Opera, aunque lo dudo, ya que teniendo en si, como dicen, una gran historia como lo sería Megalópolis, no hubiera desperdiciado su tiempo y dinero en película que resultaron ser un fracaso, tales y como la de la década de los 00’s, y la película del 2011 Twixt.



Parecer ser que la película, debido a los incidentes del 9/11 tuvo que pasar a través de serias re-escrituras y que aun sigue en desarrollo para establecer una buena trama. Para Agosto del 2021, se ha anunciado que Coppola ha comenzado discusiones con actores para el proyecto y que podría comenzar a rodarse para Otoño del año 2022, si es que la vida le da, y si es que los estudios terminan por finalizar la gran obra de una de las máximas figuras, y exponentes de su carrera, la cuál ensombrece a cualquiera ante las películas que le hicieron grandes, y las que se plasman como ejemplos para jóvenes cineastas sobre lo que no se debe de hacer. Ha realizado buenas películas, pero estas no han sido buenas con él, ya qué sus principales fuentes de ingresos fueron provenientes de su gran imperio vinícola en Napa Valley, no del cine. Coppola ha perdido su pasión por el cine, y esto se ha visto reflejado en sus obras que han terminado por perjudicarle.


¿Qué hubiera pasado si nunca se le ocurriera poner todos los huevos en la misma canasta con One From the Heart? ¿Habría hecho mejores películas en su futuro, o su declive habría terminado por ser inevitable? Su imperio vinícola y resorts de lujo se debe a las decisiones que tomó en su pasado, ¿Fue acaso bueno o no tener estos problemas económicos, tras haber formado el patrimonio que tiene hoy en día? Este respuesta solo la tendrá Francis, y a nosotros, no nos queda más que admirar las buenas películas que ha realizado, juzgar y analizar como caso de estudio toda su filmografía, tal y como se hace en este ensayo. Algo que se puede destacar de como es que el mismo Coppola se refiera a sus películas, es el hecho de que lo único que recuerda de estas experiencias es el estrés y el dolor que le causaron el realizarlas. Puede que mirándolo hacía atrás, fuera algo que valiera la pena, pero que si bien se dice que el camino es lo importante, fue un dolor para Francis que se terminó al momento de llegar a la meta.



No olvidemos que desde sus inicios, en los 70’s, Francis no solo destacó como Director y Escritos, sino que también se involucró en proyectos como Productor. Produjo una de las películas de otro gran director, como lo es el legendario Akira Kurosawa, cuando el estudio no aprobó el presupuesto para su siguiente película. No olvidemos como es que George Luca y Francis ayudaron a financiar la película. La película fue Kagemusha, que costando 6 millones de dólares, recuperó 33 millones. También cabe mencionar que las películas que produjo Coppola ascienden a 37, fungiendo como Productor Ejecutivo.


No solo estamos hablando de un gran director, y posiblemente uno de los mejores guionistas de la historia, sino un gran productor que si bien no produjo en proporción, a películas ganadoras del Oscar, o con gran taquilla, supo moverse en un medio que conocía a la perfección. Recordemos que además, es gran promotor de su hija Sofia, a quien le ha ayudado a producir sus películas, tales como The Virgin Suicides, del 99’, Lost in Translation, del 2003’, Marie Antoinette, del 2006’, y The Bling Ring, del 2013’. Además, llegó a producir una película para el icónico guionista Paul Schrader, escritor de Taxi Driver, Raging Bull, The Last Temptation of Christ, y First Reformed, por la cual consiguió su nominación al Oscar.

También produjo para Tim Burton, para la película Sleepy Hollow, protagonizada por Depp. También, claramente a excepción del Cast de su hija Sofia para la tercera entrega del Padrino, Coppola ha sido uno de los mejores al momento de escoger a sus actores, y de poderlos potencializar para dar una actuación memorable. Como anteriormente lo mencioné, nadie confiaba al inicio en Al Pacino para la primera entrega del Padrino, y miren en el ícono que se ha convertido, habiendo ganado un Oscar, además de tener múltiples nominaciones a los Tony, Emmy, BAFTA, Globos de Oro, Premios del Sindicato de Actores, además de grandes actuaciones que perdurarán en los años por venir. Pero no solo fue Al Pacino, sino que ayudó a descubrir y darle sus Breakout Performance a Diane Keaton, Ralph Macchio, Robert Duvall, Matt Dillon, Lawrence Fishburne, Patrick Swayze, Nicolas Cage (aunque sea su sobrino, miren el nivel que llegó a alcanzar en los 90’s), Rob Lowe, Matt Damon, James Caan, Talía Shire, Tom Cruise, Emilio Estévez, Jim Carrey, Alden Ehrenreich.



Y si tuviéramos que enfatizar en la trama central de las películas de Coppola, se define simplemente porque es que también lo ha vivido en la realidad, dentro de la misma industria cinematográfica. Sus películas se ven siempre girando entrono a una gran familia; bien tenemos el mejor ejemplo, que sería El Padrino, y desde su primera película hasta las que realizaría en la década de los 80’s, en dónde las tramas, de una cierta forma, o estando por lo menos presente, se termina simplificando a esa sola palabra: Familia.


Desde su primera película, hasta la más emblemática, por las que fueron de su agrado y las que no tanto. Y veamos en el ejemplo de la vida real, al momento de castear a su sobrino Nicolas Cage, a su Hermana Talia en el Padrino, igual que a al marido de ella, para componer la música de La Conversación, o las colaboraciones anteriormente mencionadas que tuvo con su Padre Carmine, en siete de sus largometrajes, y de igual forma tenemos la presencia en el cine por parte de sus hijos, Gian-Carlo, Roman y Sofia Coppola. Los tres han escrito, producido y dirigido películas, y de igual forma se introdujeron al cine mediante de su padre. Su nieta Gia Coppola ya ha escrito y dirigido, a la par de producir, unos cuantos largometrajes con grandes figuras del cine.


No olvidemos que Gia es hija de Gian-Carlo Coppola, quien a sus 22 años murió, dejando a la madre de Gia, Jacqui de la Fontaine embarazada de quien sería su única hija, con tan solo 2 meses. Gian-Carlo fue asesinado en un accidente que tuvo lugar en 1986 en el Memorial Day, ante la colisión de un bote que intentó cruzar entre dos lanchas que estaban interconectadas. Sofia, ha podido consolidarse por su trabajo de dirección, más que como actriz, y últimamente se ha ido posicionando como una de las mejores directoras que trabajan a día de hoy. Roman, ha sabido crear una increíble mancuerna con Wes Anderson, y ya ha sido nominado al Oscar por su trabajo en la escritura de guion original por la película de 2012 Moonrise Kingdom.


Roman también ha tenido múltiples trabajos en la actuación, participando en películas de Anderson, su hermana Sofia, y su Padre Francis, al igual que papeles sin créditos en películas icónicas como Apocalypse Now, The Godfather, The Godfather Part II, y Star Wars: Episode 1. Podemos ver en la actualidad este tipo de colaboraciones en la familia Coppola que inclusive tiene en Wikipedia una página en dónde se muestra su árbol genealógico. Entre los nombres de la familia que se han dedicado a esta profesión, que me gustaría resaltar por lo interesante que resultan, los nombres de Anton Coppola, Carmine Coppola, Italia Pennino (quien era una figura recurrente sin diálogos en las películas de su hijo Francis), Francis Ford Coppola, Eleanor Neil, August Floyd Coppola, Marc Coppola, Christopher Coppola, Nicolas Kim Coppola (a.k.a. Nicolas Cage), Gian-Carlo Coppola, Roman Coppola, Sofia Coppola, Jason Schwartzman, Robert Coppola Schwartzman, y que en total, de los anteriormente mencionados, han sido nominados en los Premios de la Academia en 23 ocasiones, ganando en 9 ocasiones. Simplemente veamos como es que en primera plana de la página web para comprar su vino no aparece simplemente el nombre de Francis, sino que se puede leer The Coppola Family Wine.


Veamos la fundación de American Zoetrope, y como es que ahora sus hijos están al mando de ella. Lo que ha hecho grandes a sus películas, la familia, termina por reflejarse en la industria. Y no es nepotismo ni una cierta clase de oligarquía por el camino que trazó su padre, sino que el talento abunda en la familia Coppola, y que debe reconocerse a cada uno de los miembros por mérito propio.



Quizás este escrito no debería llamarse tanto la debacle de Francis Ford Coppola, sino que habría de colocarle un título que haga ilusión al entendimiento de su obra. Podría llamarle simplemente al ensayo Rey en Exilio, tal como citó Jordi Bernal en su escrito de Francis Ford Coppola, llamándole el rey en el exilio, tomaba como referencia la frase de F. Scott Fitzgerald “No hay segundos actos en las vidas estadounidenses.”, diría uno de los cuentistas favoritos del director.


Puede que sea muy diversa la filmografía del director, y que hay películas a las cuáles llamé mediocres, y que puedo volverlo a hacer, pero que que es verdad que a la vez, la admiración por el trabajo y maestría que Coppola ha logrado en sus largometrajes que se pueden catalogar como excepcionales, hacen que por algo sea el primer escrito de una serie de ensayos para entender el cine de antes, el actual y el próximo que llegará a las salas. Coppola fue un artista, y si bien digo que no tomó riesgos, es para referirme a las decisiones dentro del set y de los borradores de sus guiones, porque tuvo agallas como ningún otro cineasta para en su juventud no doblegarse ante los estudios.


¿Qué si no le salió? No importa, sigue siendo una figura que representa los ideales de la libertad creativa, y que su figura siempre, más que los filmes más recientes, será recordada por haber llegado a la maestría que muchos cineastas tanto desearían conseguir algún día. A día de hoy, Francis se ve tranquilo, se ve satisfecho, puede mirar hacía atrás y sentir tranquilidad, lo noto sin arrepentimiento alguno.


Ha hecho de la mejor manera en que ha podido referente a su carrera cinematográfica, y si bien muchas películas en verdad son malas, puede saber que lo ha dado todo, y esperemos todavía alcance a rodar una película más. Comparamos anteriormente como es que casi al mismo tiempo, Coppola y Lucas financiaron sus estudios, Spielberg también lo haría más adelante con Dreamworks.


La diferencia de Steven y George, es que sus películas funcionaron. Encuentros del Tercer Tipo, de Spielberg, sino hubiera funcionado ante su elevado presupuesto de 19.4 millones, seguramente se hubiera quedado como un director de televisión a quien se le hubiera complicado ante los estudios adquirir la oportunidad de dirigir otra película de tal talla. La cosa, es que Encounters of the Third Kind de haber costado 19.4 millones, recuperó 306.1 millones. Star Wars, costó 11 millones, y recuperó 775.8 millones, habiéndose estrenado junto con la película de Spielberg, el mismo año.


Reiterando, One From the Heart costó 26 millones, y solamente recuperó 636,796 mil dólares. Spielberg tras un ligero tropiezo con 1941, su película del 77’ le habría valido la oportunidad de dirigir E.T the Extra-Terrestial e Indiana Jones. Lucas podría realizar la secuela de Star Wars, y Francis se tendría que conformar a saldar sus deudas. Pero miremos como es que en realidad, Coppola en comparación de Lucas, si pudo seguir con su visión de joven, de hacer películas que quizás nadie vería, pero que disfrutaría hacer, tal y cómo hizo en los 00’s, esto declarándolo hace años.


Lucas, una vez completada la venta de sus compañías y propiedad intelectual a Disney afirmó lo mismo, que le gustaría volver a hacer cine sin la presión de los estudios, y que seguramente serían películas que nadie querría ver, pero que añoraba realizar desde hace tiempo. En la actualidad, será a mi percepción quizás equivocada, pero Lucas se nota algo triste, con el arrepentimiento de no haber intentado realizar películas extravagantes y arriesgadas, que pudiese ser que en verdad nadie quisiera ver, pero que prefirió dedicarse a crear el imperio que a día de hoy, si bien es un fenómeno, podría no haberle dejado satisfecho.


En esto divergen ambos, Coppola se mira sin remordimientos, con la tranquilidad del artista que ha podido plasmar su visión y el tipo de películas que quería aterrizar, contrario a lo que se podría apreciar con Lucas. Coppola es un artista complejo porque como es que ha decidido explorar y realizar en largometrajes tangibles su visión, en casos poco precisa, pero que cuando lo es, es imparable ante lo que un cineasta se podría llegar a plantear de joven, y corresponder a dichas expectativas.



Me gusta pensar en el valor que Francis ha aportado a toda la industria cinematográfica, y que sobre todo, en las mentes de jóvenes cineastas que buscan ser relevantes dentro de un medio tan competido, se exigen a sí mismos para llegar a crear grandes materiales audiovisuales como Coppola ha creado. Si bien tuvo altibajos Coppola, y que de eso se haya centrado todo este ensayo, claramente podemos decir que estamos hablando de uno de los mejores directores y escritores que ha habido en la corta historia del cine.


Si bien tuvo baches de los cuáles, profesionalmente no es pudo levantar, sería ridículo ignorar la figura con tanta osadía que se sumergió en un entorno políticamente arriesgado como lo fue el rodaje de Apocalypse Now. Si bien se han hecho múltiples películas con esta temática bélica nadie se hubiera atrevido a embargar sus bienes para poder financiar un proyecto grabado en la misma Vietnam, que estuvo a nada de catalogarse como imposible, o irrealizable, y que digo que estuvo a punto, porque cuando todo pintaba para ser un rotundo fracaso, terminó por ser una de las operas magnas de todos los tiempos.


Se aferró a sus ideas, siempre trabajó con historias y decisiones que fueron controversiales, pero solo por el hecho de ser nuevas, aunque el valor que necesitó para tomarlas es dónde sus obras generan relevancia, y que a la par, hoy en día son las más reconocidas.



Recordaremos lo controversial que fue el cast del padrino, y como es que se decía que Brando como Vito Corleone era algo inaudito, y que no resultaría en nada bueno; claramente sabemos que este personaje le terminó dando al reconocido actor un renacer, al igual que otro premio de la academia. La escena inicial de Patton, emblemática. Las decisiones más complicadas, aquellas que te ponen en una situación incómoda, en ocasiones, terminan siendo de las más recordadas y aclamadas, como tal mencionaría Francis.


En una ocasión pude ver un libro que un colaborador del trabajo, un productor, compró a través de Amazon, del desarrollo y notas de producción que Coppola había hecho para la adaptación de Mario Puzo, de la primera película del Padrino. Es impresionante ver el genio de Coppola al momento de hacer una primera lectura y dejar notas y pensamientos reales que se le venían a la cabeza al instante de concebir la película, con imágenes que le brincaban a su mente y le daban un claro panorama visual de como es que la quería estéticamente.



“Mi talento es que solo trato de probar y tratar de volver a intentarlo y poco a poco se trata de algo.”


-Francis Ford Coppola.


Definió todo en un escrito, semejante a una carpeta de guion, y enfatizó en qué es “similar” debido a que él lo llevó a otro nivel, con todas las notas de producción, con una imagen ya previsualizada, y una idea clara de que es lo que quería grabar. Por eso me sorprenden sus altibajos. Si es que no deseaba en un inicio hacer la película del padrino, y aun así logró con maestría aterrizar una obra maestra con un documento tan complejo como lo hizo, ¿Por qué no podría haberlo repetido con sus otras películas? O habrá sido que se durmió en los laureles, hipótesis que me costaría creer, ya que eran proyectos que le apasionaban. ¿O será que en la vida de un artista, apenas y este puede concebir un cierto número específico de obras que en verdad valgan la pena?


Puede que esto sea cierto, ya que notamos como es que múltiples artistas caen en esta trampa, ya que en ocasiones, ya han dicho todo aquello de valor que debían de decir. Pero si bien la pasión se trata de seguir con el trabajo durante todos los días, quizás ya sea una cuestión de adquirir la habilidad de escoger proyectos, de meditar las decisiones que uno toma, y como es que al final, lo que interesa es aquello que el creador ha querido plasmar y transmitir a través de su obra.




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