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YAN PEI-MING: REFLEXIÓN DE SU OBRA Y VIDA.

Foto del escritor: Mariano ZepedaMariano Zepeda

Actualizado: 13 ago 2023

Análisis de uno de los mejores artistas contemporáneos del mundo de la pintura. Su obra, tanto mausoléo de los retratos como una oda a ellos, de la proyección, de la hipótesis visual.



El primer artista chino en exponer en el Louvre, posterior a haberse establecido desde hace poco más de tres décadas en Francia, donde trabaja y vive, de manera más específica, en Dijon. Habiendo conseguido gran aclamación por parte de la crítica y de quiénes asistían a sus exposiciones, inició tanto con sus autorretratos, como por el retrato político del líder del partido comunista de china, tan controversial como querido en su país natal, Mao Zedong.


Yan Pei-Ming afirmaría delante de uno de sus retratos: "A través de la mirada uno puede saber todo lo que vive el hombre." Considero sabias y precisas las palabras de Yan, y tan necesarias como trascendentales cuando se acompañan de un recurso visual tan poderoso, como lo es una pintura suya. Comenzaría su camino en la pintura cuando apendió de una de las clases de la propaganda, cuando aun era niño. Creció durante la revolución cultural que tuvo lugar entre 1966 y 1976, junto con su familia, siendo el segundo de cuatro hijos, con padres pobres que trabajan en fábricas.


Su juventud se vio marcada por el rechazo de admisión de la Escuela de Arte y Diseño de Shanghai debido a un problema de tartamudeo. Por lo que aquí comenzó a experimentar sentimientos que más tarde plasmaría y expresaría en sus lienzos, como el temor hacia la vida y la gente. Puede que de aquí vengan las hipotéticas e intrigantes miradas de sus retratos, y de sus autorretratos.



Un artista reconocido por sus impresionantes pinturas de tamaño épico, de grandes proporciones que recubren paredes y paredes en los museos que expone, trabajo con un espectro de colores bien definido, en donde se destacan los colores apagados, pero que a su vez, nos dan la impresión de ver retratos más que vivos. Pinta con grandes pinceles y le da identidad, y que van construyéndose rápidamente con base a rápidas pinceladas que estructuran y provoca que cobre vida el espacio pictórico.


Una gran recomendación para tener un acercamiento a la pintura contemporánea, y que dudo que llegue a dejar a alguien indiferente. Un estilo único que no recibe tantas menciones en el mundo occidental como en el europeo. La creciente demanda y extrañeza bizarra que acapara los titulares de los periódicos actuales, o de notas de blogs, residen en exposiciones controversiales o que según los usuarios en redes sociales, llega a rozar lo ridículo.



Es posible creer en la decadencia del arte cuando se buscan más explicaciones fiscales para la adquisición de obras, debido a la manera en la que se pueden deducir por este medio impuestos, que el verdadero valor intrínseco de una pintura. Es más fácil llegar a la notadme la banana pegada a una pared con una cinta, que a los retratos de Yan Pei-Ming para cierto público que puede no estar tan familiarizado con los artistas modernos.


Las exposiciones de arte contemporánea dan la idea al espectador que es ajeno a las obras modernas, ya sea por falta de interés, o de facilidad de acceso, que todo reside en lo simple, en lo minimalista, en lo bizarro. Obras sin sentidos que tienen cimientos en dos columnas base, lo abstracto o lo minimalista; ósea, lo demasiado ambiguo, o lo exageradamente. El mundo del arte contemporáneo va más allá de tan solo exposiciones ambiguas o sencillas, sino de una identidad generacional, y que Yan Pei-Ming es uno de sus mejores embajadores.



Me encantó la forma en la que Fahrenheit Magazine, con el artículo de La pintura de Yan Pei-Ming, una hipótesis, plasmó con las siguientes palabras que definen sus obras: "Para Yan Pei-Ming, la pintura es una hipótesis, una posibilidad de alternativa, o bien, una visión de la realidad necesariamente empírica e interpretada, es por eso que su pintura tiene su propia verdad pictórica, no es ni verdadera ni falsa."


A misma voz de Fernando Francés, director del CAC Málaga: "A veces se disfraza de un personaje histórico, a veces son retratos de personas anónimas que poseen miradas perdidas que encierran tragedias compartidas.", "Sus trazos violentos sobre el lienzo parecen ser la excusa perfecta para repudiar todo lo que odia, que quiere quitar, eliminar, sacando al exterior aquello de lo que quiere huir."



Como bien mencionaría Sergio Mellado, la muerte y la figura del padre, dos de sus obsesiones, también se hacen presentes en esta muestra y aparecen en obras como Cuerpo no identificado, Padre del artista en la morgue o su Autorretrato en la morgue. "La muerte es una fuente de inspiración para disciplinas tan distintas como la filosofía, la religión, el arte o la literatura. Es una cuestión universal porque nadie puede evitarla. Es un tema eterno que nos rodea, una presencia constante para cada ser humano. La muerte es inevitable. Pero también habla de mi lucha y mi compromiso con la pintura: el lienzo que está frente a mí cuando pinto." Diría el mismo Pei-Ming.


Me parecería la gran alegoría visual de la literatura de Karl Ove Knausgård, una oda a la vida a través de la concepción de la muerte, de los lazos familiares, y del extraño y necesario vínculo con el padre.



Los temas a los que Yan Pei-Ming más recurre, y llegan a impactar al espectador por la manera en qué visualmente lo muestra, transitan la religión, la muerte, la guerra, el sufrimiento. Y gran parte de estos temas, ahondado quizás también en la polítíica, se perciben y permean emoción con el tacto de su pincel sobre el óleo, con miradas penetrantes o indiferentes. Como claros ejemplos de su pintura política, residen los retratos del líder norcoreano Kim Jong-un, de la figura actualmente controversial de Vladimir Putin, y de los entonces presidentes norteamericanos Donald Trump y Barack Obama.


En temas artísticos, el estilo que imprime con la colorimetría y los trazos tan rudos como precisos, nos otorga retratos hermosos de Picasso o personas ajenas, que nos transmiten todo con los gestos faciales que son concebidos en la mente de Yan Pei-Ming. En temas religiosos, los retratos que más destacan son aquellos de los Ratzinger y Francisco, que hacen alusión al retrato del Papa Inocencio X pintado por Velázquez.


También dentro de sus icónicas creaciones residen las pinturas de Bruce Lee, Dominique de Villepin, Michael Jackson, Juan Pablo II y su versión de la Mona Lisa.



Como bien expone Sergio Mellado, en su artículo de El País, La penetrante mirada de Yan Pei-Ming, menciona el gran entusiasmo en el artista de exponer en España, debido a las caricias de ese sueño que tuvo origen cuando siendo joven recibió clases de un artista catalán, mismo que le motivó a adentrarse en la historia de la pintura española. Claramente se pudo dejar guiar por su fascinación hacia Velázquez, Picasso y Goya.


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